La Magnífica es la oración católica mediante la cual la Virgen María agradece, durante su encuentro con su prima Isabel, las bendiciones recibidas de Dios. Veamos en este post la oración y algunos datos interesantes acerca de la misma.
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¿Qué es la Magnífica?
Esta oración de la Magnifica recoge las palabras que dedicara la Virgen María al Dios Padre en la ocasión de su visita a su prima Isabel, quien, como sabemos, estaba embarazada de Juan El Bautista, e hizo una bella alusión hacia María.
Mostró María con esta oración su agradecimiento, gran devoción y respeto a Dios por las gracias que Él le había concedido a ella en particular, así como también a los seres humanos en general. Esa devoción y entrega también se puede percibir en la oración a Dios en momentos difíciles.
Existen algunas versiones de la plegaria, veamos la oración de la Magnífica original.
Oración de la Magnífica
«Glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se llena de gozo, al contemplar la bondad de Dios mi Salvador.
Porque ha puesto la mirada en la humilde sierva suya y ved aquí el motivo porque me tendrán por dichosa y feliz todas las generaciones.
Pues ha hecho en mi favor, cosas grandes y maravillosas, él que es Todopoderoso y su nombre infinitamente santo, cuya misericordia se extiende de generación en generación, a todos cuantos le temen.
Extendió el brazo de su poder, y disipo el orgullo de los soberbios, trastornando sus designios.
Desposeyó a los poderosos y elevó a los humildes.
A los necesitados los llenó de bienes y a los ricos los dejó sin cosa alguna.
Exaltó a Israel su siervo, acordándose de él por su gran misericordia y bondad.
Así como lo había prometido a nuestro padre Abraham y a toda su descendencia por los siglos de los siglos.
Amén».
Ahora bien, esta es una muy poderosa plegaria y muchos fieles devotos la emplean para:
- Invocar la protección del Señor personal, familiar y del hogar.
- Fortalecer el espíritu de manera de poder solventar cualquier situación apremiante.
- Pedir la protección contra todos los males y enemigos sin importar de donde provengan.
¿De qué se trata la oración?
La Magnífica, conocida también por su nombre en latín «Magníficat», es la oración que nos ha dejado María para acercarnos al Santo Padre.
Al usar esta plegaria para elevar nuestras peticiones con mucha fe a Dios, los creyentes, no solo seremos escuchados por Él, sino que se resolverán las situaciones difíciles que tengamos.
¿Qué peticiones se pueden hacer con la oración?
La Magnífica es muy efectiva para casos difíciles, pues da fortaleza para afrontar conflictos, peleas, agresiones e incluso enfermedades que se nos presentan en la vida.
Cuando nos preguntan ¿para qué sirve la oración de la Magnífica?, simplemente hay que responder que nos ayuda a fortalecernos en el espíritu para enfrentar las vicisitudes de la vida.
Enseñanzas de la Magnifica
La oración nos lleva a reflexionar en cuanto a nuestro proceder para con nuestro prójimo, así como también nos hace ver si estamos cumpliendo con los designios divinos, si hemos sido obedientes, humildes y generosos como María y si hemos mostrado la gratitud por todas las bendiciones que a diario recibimos.
Asimismo, la oración nos dice que debemos ser sencillos en nuestro proceder y vivir en la gracia y el amor de Dios, para lo cual también podemos acudir al Salmo 91.
Por otra parte, la Magnífica también nos enseña a no ser soberbios y a apartarnos de la vanidad y el orgullo, pues nos alejan del Señor.
Origen
Como oración, su nombre proviene de la frase latina: «Magnificat anima mea Dominum», que significa: Engrandece mi alma el Señor.
Este encuentro fue descrito por el evangelista san Lucas en 1,26-55 y representa lo que sentía María en su corazón inspirada por el Espíritu Santo, mostrando su inclinación hacia las virtudes cristianas, como: misericordia, humildad y amor a Dios y al prójimo.
Con el tiempo esa plegaria de agradecimiento se comenzó a utilizar como un rezo y cántico dentro de los ritos de la Iglesia.
Luego se instituyó que cada 31 de mayo se honrara la advocación de la Virgen del Magníficat, coincidiendo esta fecha con la visita de María a su prima Isabel.