Las letanías de los santos católicos son las súplicas que se les hace a todos los santos en general, invocándolos para que intercedan ante Dios por nosotros. En este post te presentaremos estas letanías que son recitadas en muchos de los rezos de la Iglesia católica.
Letanías de los Santos
Son las plegarias cortas que se hacen como una especie de diálogo entre el sacerdote, o la persona que dirige el rezo, y los fieles, quienes responden o repiten lo dicho por el primero.
Se rezaban en un principio en las procesiones y se dirigían primordialmente a Dios en forma de súplica. Tal como se reza en el rosario o misterios de la luz los jueves.
Esto comenzó a ser así desde del siglo VII con las letanías de los Santos que son las más antiguas, las cuales datan del año 595.
La letanía es, entonces, el ruego a Dios, poniendo como mediadores a Jesucristo, la Virgen y los Santos, en ese orden.
A continuación, un ejemplo de las letanías a los santos, en las que cada oración es repetida o contestada por todos los fieles:
«Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa María Inmaculada, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
San Gabriel, ruega por nosotros.
San Rafael, ruega por nosotros.
Todos los Santos Ángeles y Arcángeles, rueguen por nosotros.
Todos los santos coros de los bienaventurados Espíritus, rueguen por nosotros.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Todos los Santos Patriarcas y Profetas, rueguen por nosotros.
San Pedro, ruega por nosotros.
San Pablo, ruega por nosotros.
San Andrés, ruega por nosotros.
San Juan, ruega por nosotros.
Santo Tomás, ruega por nosotros.
San Santiago, ruega por nosotros.
San Felipe, ruega por nosotros.
San Bartolomé, ruega por nosotros.
San Mateo, ruega por nosotros.
San Simón, ruega por nosotros.
San Tadeo, ruega por nosotros.
San Matías, ruega por nosotros.
San Bernabé, ruega por nosotros.
San Lucas, ruega por nosotros.
San Marcos, ruega por nosotros.
Todos los santos Apóstoles y Evangelistas, rueguen por nosotros.
Todos los santos Discípulos del Señor, rueguen por nosotros.
Todos los santos Inocentes, rueguen por nosotros.
San Esteban, ruega por nosotros.
San Lorenzo, ruega por nosotros.
San Vicente, ruega por nosotros.
San Fabián y San Sebastián, ruega por nosotros.
San Juan y San Pablo, ruega por nosotros.
San Damián y San Cosme, ruega por nosotros.
San Gervasio, ruega por nosotros.
Todos los santos Mártires, ruega por nosotros.
San Silvestre, ruega por nosotros.
San Gregorio, ruega por nosotros.
San Ambrosio, ruega por nosotros.
San Agustín, ruega por nosotros.
San Jerónimo, ruega por nosotros.
San Martín, ruega por nosotros.
San Nicolás, ruega por nosotros.
Todos los santos Pontífices y Confesores, rueguen por nosotros.
Todos los santos Doctores, rueguen por nosotros.
San Antonio, ruega por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
San Bernardo, ruega por nosotros.
Santo Domingo, ruega por nosotros.
San Francisco de Asís, ruega por nosotros.
San Francisco Javier, ruega por nosotros.
San Ignacio, ruega por nosotros.
San Enrique, ruega por nosotros.
Santo Toribio, ruega por nosotros.
Todos los santos Sacerdotes y Levitas, rueguen por nosotros.
Todos los santos Monjes y Ermitaños, rueguen por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
Santa Agueda, (Ágata) ruega por nosotros.
Santa Lucía, ruega por nosotros.
Santa Inés, ruega por nosotros.
Santa Cecilia, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros.
Santa Rita, ruega por nosotros.
Santa Catalina, ruega por nosotros.
Santa Anastasia, ruega por nosotros.
Santa Rosa de Lima, ruega por nosotros.
Santa Teresa de los Andes, ruega por nosotros.
San Alberto Hurtado, ruega por nosotros.
Todas las santas Vírgenes, y Viudas, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, intercedan por nosotros.
Sed propicios, perdónanos, Señor.
Sed propicio, óyenos, Señor.
De todo mal, líbranos Señor.
De todo pecado, líbranos Señor.
De vuestra ira, líbranos Señor.
De una muerte repentina e imprevista, líbranos Señor.
De las asechanzas del demonio, líbranos Señor.
De toda ira, odio y mala voluntad, líbranos Señor.
Del espíritu de fornicación, líbranos Señor.
Del rayo y de la tempestad, líbranos Señor.
De la muerte eterna, líbranos Señor.
Por el misterio de vuestra santa Encarnación, líbranos Señor.
Por vuestra venida, líbranos Señor.
Por vuestra Natividad, líbranos Señor.
Por vuestro Bautismo y santo ayuno, líbranos Señor.
Por vuestra Cruz y Pasión, líbranos Señor.
Por vuestra Muerte y Sepultura, líbranos Señor.
Por vuestra santa Resurrección, líbranos Señor.
Por vuestra, admirable Ascensión, líbranos Señor.
Por la venida del Espíritu Santo Consolador, líbranos Señor».
«Que levantes nuestros corazones a desear las cosas celestiales, te rogamos Señor.
Que te dignes recompensar con bienes eternos a todos nuestros bienhechores, te rogamos Señor.
Que libres de la muerte eterna a nuestras almas y las de nuestros hermanos y parientes, te rogamos Señor.
Que te dignes oírnos, te rogamos señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, óyenos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo, escuchanos.
¡Oh Dios! ten piedad de nosotros.
Cristo, apiádate de nosotros.
¡Oh Dios! compadécete de nosotros».
Se reza el Padrenuestro.
Letanías a la Virgen
Aparte de las letanías a los santos, se rezan también las letanías lauretanas que son las alabanzas y súplicas en las que se ruega a Dios y su madre Santa María que acudan en nuestro auxilio. Se dice que son un poema dirigido a la Virgen, con halagos para ella, tal como un hijo halagaría a su madre, al igual que se realiza en la Coronilla de Misericordia.
Estas letanías se rezan normalmente con el Santo Rosario.