Obligaciones y responsabilidades de los padres

Los padres tienen derechos en el núcleo familiar, mientras que los hijos deben respetar esta figura, sin embargo, también hay deberes por cumplir como vestirlos, alimentarlos y hacer de ellos hombres de bien. Descubre a continuación las obligaciones de los padres para instruir acerca de este tema con detenimiento.

obligaciones de los padres

Obligaciones de los padres

Quizá muchos recuerdan uno de los mandamientos de la iglesia, como es el caso de honrar a padre y madre que, efectivamente es uno de los más importantes de cumplir.

Sin embargo, los progenitores están en el deber de preservar el bienestar de sus hijos: alimentarlos, vestirlos, educarlos, forjar el camino para decidir qué religión tomar, vigilar sus pasos, culturizarlos para que tengan una visión correcta del mundo y más. A veces sucede que en la familia surgen problemas denominado como bullying familiar, que debe tratarse a tiempo para no salir lastimados.

En el marco de las obligaciones de los padres están en el deber de asegurar el porvenir de sus hijos en el mundo. Esto quiere decir que debe proporcionarles lo mejor acorde a su edad y estatus social. La educación física, mental, moral y social son pilares importantes que todo hijo debe cimentar para ser un sujeto provechoso, con grandes talentos y sobre todo, con alto sentido religioso para proteger los dogmas y cumplir con cada uno de los designios: sacramentos, mandamientos y con las obras de misericordia.

La educación es lo primero que debe tomarse en cuenta dentro de las obligaciones de los padres. Del mismo modo, tendrán que vigilar que las malas acciones, influencias impuras y demás cuestiones negativas entren en el hogar para dañar la mentalidad de los vástagos.  Es conveniente tomar algunas palabras de Pio XII en su discurso del 9-V-57:

«La sociedad es para la familia, no la familia para la sociedad. La familia es una institución natural: es el origen de la vida humana, y el recinto de la educación. La familia es vínculo de transmisión normativa. Pero es necesario que la normativa moral y religiosa se dé con convicción, con motivación y con el ejemplo».

Quienes son partidarios de la libertad plena en los hijos, generalmente están en contra de las obligaciones de los padres en proporcionarles educación. Es una idea completamente equivocada, porque los padres estarán atentos en enseñarle a sus hijos buenas costumbres, indicando lo bueno y lo malo, sin esperar que él/ella decida qué hacer con sus estudios en una edad que no tiene potestad de decidir por su cuenta.

Al momento que ellos tengan una edad prudente para considerar su postura, entonces ellos preguntarán a sus hijos si están dispuestos a seguir estudiando o no. Otro ejemplo de enseñanza correcta para un niño pequeño es:

-Niño: «se me ha muerto mi pajarito».

Un padre ecuánime y atento tendría que responder frente a esta frase: «no se dice morido, se dice muerto» en buenos modos para que el niño comprenda por las buenas que la educación es esencial para la vida, además contribuye a un mejor lenguaje y ortografía una vez que inicia el colegio. Cuando crezca, este niño dirá «muerto» con absoluta naturalidad y sin ser corregido por sus padres. Si el niño prefiere el error de decir «morido» como una metáfora para años posteriores, será su problema.

En los padres debe prevalecer la lógica y enseñanza de los valores, para forjar el mejor camino posible para que sus hijos transiten de la mejor manera: ideales, virtud, buenos principios, el bien, honradez, servicialidad, responsabilidad y muchos aspectos positivos más que hacen a grandes hombres y mujeres.

obligaciones de los padres

Las obligaciones de los padres son muy bien conocidas, pero en ningún momento debe abarcar la presión en el niño, porque este cohibe su aprendizaje por miedo de manifestar su error a los progenitores, por la reprimenda que puede sentir gracias a su equivocación.

Todas estas medidas son por su propio bien, para un gran futuro, ser una persona preparada para la vida, contando con la mejor arma de la educación. Para sintetizar un poco esta idea, algunas de las obligaciones de los padres para sus hijos son:

  • Ayudarle a hablar con corrección.
  • Vigilar sus primeros indicios de ortografía, para luego ser reforzada en la escuela.
  • Mostrar educación en todos los aspectos posibles.
  • Ser limpio.
  • Actuar con urbanidad y tener civismo.
  • Ser buen católico, para amar a Dios y al prójimo.

NOTA: El último punto es relativo, porque el hijo al crecer puede tomar la libre decisión de apoyar otra religión que no sea la católica. Sin embargo, las otras apreciaciones si deben contar como obligaciones de los padres, sin duda alguna.

Los progenitores no están exentos de cometer errores, por ende suelen solicitar asistencia para mejorar todos los renglones por corregir, hasta ser los más apropiados en la crianza de sus hijos, dejando en claro que el catolicismo es un bálsamo que contribuye a la cercanía con Dios. Asimismo, pueden instruirse con los mejores temas para jóvenes católicos, para darlos a conocer a sus hijos.

Si los padres se deslindan de sus obligaciones por solapar las actitudes de los hermanos, respecto a otro hijo que es relegado, serán los responsables que estos hijos cometan faltas que más adelante no puedan corregirse por fomentar un falso compañerismo.

Las obligaciones de los padres están ahí, pero muchas veces necesitan informarse sobre qué hacer para enderezar el carril de ellos en forma eficaz. No hay que exagerar de estas obligaciones, pero tampoco dejarlas a un lado, esperando que los hijos entiendan por cuenta propia que hay parámetros por cumplir.

Los padres  son los primeros educadores para sus hijos y no el Estado, como pretenden hacer creer cuando están fallando en los deberes. El Estado lo único que debe apoyar es la educación mientras el niño o niña esté en una edad escolar, brindando a los mejores maestros para garantizar un aprendizaje de calidad. D

esde el punto de vista en la justicia, no está bien visto que los padres refortalezcan la educación de sus hijos con el apoyo del estado en las escuelas fundadas por ellos, mientras que los colegios libres también necesitan de su respaldo.

Así como las obligaciones de los padres son ineludibles en la educación de sus hijos, ellos están en el derecho de ingresar a sus hijos de acuerdo a su disposición monetaria o que esté acorde a sus propias convicciones.

Este derecho es inquebrantable, porque los padres están conscientes de cuáles son los colegios que se adapten a las necesidades de sus descendientes. Por ejemplo, si un niño a temprana edad muestra un interés real por las nociones esenciales del cristianismo, lo idóneo es hallar a los mejores maestros que aclaren las dudas en este ramo.

La educación es tan importante que está apegada al dicho de recoger lo que se siembra. Si estos personajes de la familia inculcan desde pequeños, posiblemente sus hijos serán grandes profesionales, hombres y mujeres de bien que están dispuestos a dar lo mejor de si. Nada de esto sería posible si ellos no practican la pulcritud, tanto externa como interna, sentido de lealtad, amor, servicialidad, unión y devoción por las leyes divinas establecidas por Dios.

Un hijo que no ha recibido la educación correcta de sus padres, es complejo sembrar nuevas virtudes que haga parte de su ideal. Ya de adultos, es improbable que la cosecha sea favorable si las obligaciones de los padres no fueron acatadas por ellos. En otros aspectos que escapan de la educación, es factible comprender sus inquietudes, ofrecer caricias y demostrarles amor, para que correspondan de igual modo en su etapa de adultez, ser grandes católicos o cristianos que lleven consigo la semilla del bien.

Diversos estudios han comprobado que un sector en la población infantil han recibido la educación básica y las atenciones de los padres, dejando a un lado el eje afectivo. Cuando esto ocurre, generalmente estos niños crecen con inseguridades y poco expresivos para emanar amor a su prójimo, porque no lo sintieron de sus propios padres.

«Quien sabe amar, sabe corregir, negar, conceder y premiar. El amor que consiste sólo en dar gustos, tolerar caprichos, y dejar sin sanción las culpas, es un amor equivocado».

En tiempos pasados se hizo eco sobre un caso de dos adolescentes madrileñas que escapan de su hogar para dirigirse a Portugal. El detalle de esta anécdota resulta que los chicos con quienes planearon el viaje estaban utilizando dos vehículos robados. José María Carrascal se valió de esta historia para publicar un artículo en ABC:

«Siempre se han escapado niños y niñas de casa. Pero antes se marchaban porque les trataban mal, y ahora se largan porque les tratan demasiado bien. Y les entra el cosquilleo de la aventura. (…) Saben, además, que cuando vuelvan no les va a pasar nada».

Un niño tampoco puede crecer bajo un seno familiar donde prevalezcan los mimos y caprichos, como comprarle el último teléfono a la moda o complacer cada uno de sus deseos. Si esto ocurre, el infante se hará pretencioso con el transcurrir de los años, hasta el punto de merecer cada una de las contemplaciones que anhela. Su aspecto social estará reducido al mínimo y será menospreciado por sus compañeros al distinguir que su arrogancia no le permite valorar lo esencial de la vida.

Cuando el niño es aceptado en todo su entorno, quiere decir que las obligaciones de los padres han sido cumplidas al pie de la letra, con una buena crianza. Tampoco es necesario castigar a los hijos sin motivo aparente, pero tampoco es inevitable si algo han hecho mal y requieran de una reprimenda leve. La intención es que este castigo sea educativo, con la finalidad que aprenda la lección en buen modo.

Hay que tener un profundo cuidado al momento de ejercer los castigos corporales, porque si son constantes en la humanidad del niño, genera terquedad y hasta rencor por sus padres, por la falta de amor demostrada, pero si la reiteración de los correctivos, cada vez más agresivos y fuertes. Por ejemplo, si un niño posee debilidad mental manifestada con nerviosismo, el castigo corporal no es una opción, porque podría empeorar su autoestima, hasta crear a una persona insegura en la adultez.

El castigo debe estar acorde a su edad y circunstancia, porque puede bastar dejarlo comer solo en el rincón, privarle de su dulce favorito, cancelar el internet de su computador por unas horas, entre otros. El objetivo de estos castigos es conllevar a la conciencia del castigado, para enaltecer su honradez y obediencia.

Para expiar las faltas cometidas no es una razón suficiente para que un padre establezca un castigo para su hijo. Para esto es bueno que el niño reconozca su falla hasta corregirla, de tal modo que las reprimendas desaparecerán de su vida por causa de obediencia y hacer todo lo que los progenitores indican por el bien de ellos.

Preguntas frecuentes sobre responsabilidad parental

Estas son algunas interrogantes que surgen para entender el concepto de responsabilidad parental. Otro concepto interesante es el de conciencia moral que puedes conocer a fondo junto a sus tipos.

¿Qué es responsabilidad parental?

Es una manera más técnica de llamar a las obligaciones de los padres. Antes se conocía bajo el nombre de patria potestad.

¿Cuál es su finalidad?

Velar por el bienestar de todos los menores de edad que están bajo la custodia de sus padres.

Si los padres viven juntos, ¿Cómo la ejercen?

Los dos tienen las mismas obligaciones para sus hijos en modo equitativo. Ambas figuras estarán presentes para educarlo del mejor modo. Si un padre toma una decisión por el bien de ellos, la otra parte estará de acuerdo.

Si están divorciados, ¿Quién ejerce esta responsabilidad?

La ley, porque si ambos están separados, lo ideal es que las obligaciones de los padres sigan siendo compartidas. De todos modos, un juez estará supervisando que ambas partes estén haciendo el mejor trabajo para que su hijo crezca en un entorno sano, cuyo divorcio no afecte el resto de su vida.

¿Cuáles son los deberes reales de ambos progenitores?

  • Cuidar de su hijo, pasar la mayoría del tiempo con él.
  • Tomar en cuenta sus necesidades, para respaldar debilidades hasta convertirlas en actitudes que sepa explotar en el futuro.
  • Respetar el derecho del niño y escuchar cuando tengan inquietudes.
  • Guiar al niño para que conozca sus derechos y deberes.
  • Respetar las relaciones del niño con el resto de sus parientes, independientemente que los adultos no lleven la relación más cordial.

¿Qué tan beneficioso o no es el castigo corporal?

No es para nada beneficioso. Con el paso del tiempo se ha prohibido en muchos países, porque estas reprimendas podrían deteriorar por completo la personalidad del niño.

¿Pueden ejercer responsabilidad parental un tercer pariente?

Cuando los padres están de viaje o enfermos, los parientes inmediatos como los tíos o abuelos están en el rol de cumplir con las obligaciones de los padres, con el mismo cariño o respeto que ellos lo harían.

¿Los progenitores pueden perder su responsabilidad parental?

Indudablemente que las obligaciones de los padres hacia sus hijos pierde el efecto cuando ocurren los siguientes escenarios:

  • Cuando uno de los progenitores ha cometido asesinato, sea por violencia de género, temas pasionales o contra el otro progenitor.
  • Violencia intrafamiliar hacia el otro progenitor, o peor aún, sobre el niño.
  • Condena por abuso sexual contra su hijo.

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