Amoris laetitia, resumen de la exhortación católica papal

Amoris laetitia en resúmen es una exhortación realizada por el papa Francisco, llamada «La alegría del Amor» en la cual se establece los valores del amor en la familia y la sociedad, conoce más de este tema leyendo este artículo.

Amoris laetitia

Entre los años 2014 y 2015 el papa Francisco reunió una serie de contenido que habían sido desarrollados en dos sínodos realizados en el vaticano, allí se reunieron diversos componentes de la Iglesia para tratar los temas relacionados con el amor, la familia, la sociedad y la Iglesia.

El papa estableció el documento post sinodal llamado  «Amoris laetitia», que traducido al español significa «La Alegría del amor», en el texto se detallan diversos temas relacionados con la familia, la sociedad y su relación con dios, presenta además soluciones y detalla algunas situaciones reales que están afectando a la humanidad.

Recopila también información de otras conferencias episcopales de países en desarrollo como África y américa latina, trae a colación citas de famosos pensadores y luchadores sociales como Ghandi y Martin Luther King.

El documento es una exhortación a todos los seres humanos que hacen vida en el planeta sin importar su credo y religión, representa una obra de suma importancia para toda la catequesis de la iglesia, ya que hace mención en temas que directamente involucran la participación de la Iglesia en función de mejorar y corregir las injusticias y desvíos de la sociedad actual.

Así mismo pretende otorgar prioridad a la maternidad, el matrimonio la familia, y establece en la iglesia la acción de la misericordia en todos sus niveles, promoviendo una misión en las distintas catequesis. También pretende transmitir la fe en la familia y consolidar la relación estable entre  el núcleo familiar y la iglesia.

Este documento intenta dar soluciones a las familias que se encuentran en situación irregular que para la Iglesia representa un alto porcentaje, es decir personas que viven en uniones estables pero no en comunión con la Iglesia, por lo que no han contraído matrimonio, a futuro puede traer consecuencias sociales relevantes y desastrosas  tales como el aborto, el abandono de los hijos, la soledad y el divorcio.

Amoris laetitia

Amoris laetitia busca una forma de hacer reaccionar a todos los seres humanos con el objeto de hacer el bien común, encontrar el camino correcto para la vida y se  promueva la fe en Jesús, que para la Iglesia representa la única solución a todos los problemas de la actual sociedad.

Propuesta papal (premisa)

Para dar una idea de la propuesta a la exhortación papal es importante saber que  Amoris laetitia se realizó con el objeto de entregar a las autoridades del mundo el diagnóstico y la posibles soluciones de tipo espiritual y emocional en diversos aspectos de la vida de los seres humanos.

El documento está constituido por nueve capítulos que contienen más de 300 párrafos, donde el comienzo establece una parte introductoria que explica brevemente la intención de la exhortación.

Amoris laetitia es una expresión de ideas y criterios en la participación de los diversos obispos que estuvieron presente en los sínodos realizados en el vaticano durante los años 2014 y 2015, el resultado de estas deliberaciones y propuestas fue llamado «preciosos poliedro» el cual para muchos integrantes de la Iglesia católica, representa un documento de suma importancia que debe ser cuidado y protegido.

En esta parte introductoria El papa explica lo siguiente:

“No todas las discusiones doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltas con intervenciones del magisterio”.

De manera que con esto se busca soluciones diversas en países con mayor riesgo donde se debe dejar de un lado las situación culturales globales e irrespetando los criterios las necesidades humanas, estos comprende situaciones iguales en todo el mundo.

Es llamado por el papa como el principio de inculturación, la cual no globalización de las soluciones, cada país tiene una condiciones sociales y culturales muy diferentes que deben ser respetadas.

El papa afirmó en Amoris laetitia, que es necesario salir de la contraposición entre la angustia que genera el cambio y la aplicación  de las normas abstractas, y plantea que las discusiones que se dan todos los días en los medios de comunicación, en la Iglesia y en los diferentes los ámbitos de la sociedad, deben estar marcados por la voluntad de cambiar las cosas sin tanta reflexión y fundamentación.Amoris laetitia

Se deben dar soluciones prácticas, eficientes y actuales con el objeto de resolver todos los asuntos aplicando normas generales, lo que lleva directamente a extraer  conclusiones extensas que en ocasiones se obstruyen por los conceptos filosóficos teológicos. 

Esta profundidad de contenido que el papa plantea, busca de alguna forma crear conciencia en las soluciones prácticas y disminuir los análisis y reflexiones que muchas veces no llevan a las verdaderas soluciones en los problemas de las personas, sobre todo a las que tienen más desventaja en el plantea. pero veamos la composición, estructura y el contenido de Amoris laetitia.

Primera parte introducción

Amoris laetitia comprende una serie de párrafos donde se indica el motivo por el cual se determinó el nombre Amoris laetitia y del porqué se realizó el documento papal, establece el deseo de familia como una forma de permanecer la vida del hombre en los tiempos actuales, así mismo se describe el Evangelio de la familia como una «Buena noticia» para el ser humano de hoy.

La introducción también hace un pequeño análisis del contenido de cada capítulo pero establece criterios que el post sínodo  Amoris laetitia intentar reflejar en todo su contenido estos valores son: La moderación, la pluralidad y la misericordia, donde se busca abrir espacios donde puedan estar incluidos en la vida de cada persona.

Capitulo I «A la luz de la Palabra”

El papa comienza diciendo en este capítulo y ademas trayendo a colación un párrafo de la biblia específicamente el contenido del Salmo 128, que es una referencia obligada en las liturgias de todas las iglesias del mundo, expresa también que la biblia está compuesta de situaciones donde la familia es protagonista en muchas ocasiones.

Explica la forma de como en el contenido de la biblia se aprecian historias de amor y de crisis, ademas considera que la misma no es un ideal abstracto sino un trabajo del hombre que debe ser construido con sus manos y su corazón, sin embargo también se ha tenido que enfrentar desde toda la historia al pecado.

No se debe confundir la relación de amor y convertirla en dominio del hombre,  Dios expresa su amor de una forma diferente, la familia es una compañera de la vida que a pesar de las crisis y los problemas, siempre puede conseguir un camino por donde poder guiarse.

Familia

La familia al igual que el hombre fue creada a imagen y semejanza de Dios, tomando en cuenta el aspecto de la fecundidad se consolida a través de la comunión, los hijos son como los brotes de olivo, significa construcción, junto a la familia es la iglesia doméstica, la mesa eucarística que dios otorgo a todos y debe utilizarse.

Los hijos no son una propiedad, los padres deben otorgarles las virtudes que Dios les provee por naturaleza, el dolor y la violencia llegan con el pecado y destruyen la familia. La palabra de Dios es el compañero de viajes que va recorriendo diariamente todos los bordes espirituales de cada miembro. El trabajo fortalece a la familia, el sufrimiento puede venir cuando existen desocupación y precariedad laboral.

El daño a la naturaleza se vuelve contra la familia, se debe practicar la ternura y el abrazo, el amor es el emblema de los discípulos de Jesús, la madre es uno de los pilares fundamentales de la familia y debe ser cuidado y protegida, por lo tanto que permite mantener la unión con Dios.

El símbolo del amor 

La significancia que el papa establece para las familias en este primer capitulo de Amoris laetitia está muy relacionado con Dios, y como vimos anteriormente unifica las situaciones que las familias descritas en el libro sagrado han sufrido por muchos años, así como las bondades entregadas por dios.

Es importante aprender en este capítulo, que el papa exhorta a que las parejas deben amar a Dios en conjunto, de manera que la procreaciones sea un verdadero acto de amor y no de obligación, lo que trae consecuencias marcadas en la vida que cada miembro.

Capítulo II “La realidad y los desafíos de la familia”

En este capítulo de Amoris laetitia el papa reflexiona sobre la situación de las familias actuales, toma muy en cuenta las consideraciones tomadas en los dos sínodos con respecto al tema de la familia, en ellos se plantean diversos desafíos que la familia católica debe enfrentar en estos días.

Se explota desde el problema migratorio hasta la consideración ideológica que la sociedad ha impuesto con respecto a la diferencia de sexos, llamada la «teoría del Gender», también se establece la reflexión con respecto al tema de la procreación a través de la biotecnología.

Temas como la falta de hogar, la pornografía en la casa y el abuso de menores, así como la atención a los ancianos y a los que tienen discapacidad, forman parte del contenido más importante en este capítulo y ademas  consideran parte de los temas más relevantes del Amoris laetitia, se consideran elementos perturbadores que de no tratarse y enfrentarlos de la mejor forma, pueden fracturar las bases de la familia.

Francisco es concreto en sus planteamientos, es realista y detallada cada situación de una forma directa, con el objeto de intentar exhortar a los involucrados a que tomen las acciones necesarias para prevenir el caos familiar, de allí que afirme lo siguiente:

“Es sano prestar atención a la realidad concreta, porque las exigencias y llamadas del Espíritu resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia a través de los cuales la Iglesia puede ser guiada a una comprensión más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia”.

Además expresa  que si no se escucha la realidad es imposible comprender las exigencias del presente, según el santo padre el individualismo exagerado disminuye la generosidad y la bondad.

Por lo tanto considera que se le teme a la soledad pero se busca un espacio de protección y fidelidad, lo que permiten acrecentar el temor de ser atrapado por una relación de las llamadas viciosas y tóxicas, que limitan las aspiraciones personales.

Se humilde con respecto a la realidad, esta  permite presentar una idea del matrimonio de manera abstracta, alejada de las realidades y de las posibilidades de afectos sinceros y reales. Las familias no se sostienen únicamente intentando sostener cuestiones doctrinales y morales, se debe motivar la apertura hacia la gracia de Dios.

La sociedad actual se encuentra realizando invitaciones de una realidad matrimonial inadecuada, por eso es importante según el santo padre, otorgar el espacio para la formación de la conciencia de los fieles y sugiere:

“Estamos llamado a formar las conciencias no a pretender sustituirlas, Jesús proponía un ideal exigente pero no perdía jamás la cercana compasión con las personas más frágiles como la samaritana o la mujer adúltera” .

No debilitar la familia

La realidad actual y concreta de la situación en las familias permite considerar ciertos criterios  que pueden ayudar a minimizar daños en las estructuras más importantes de los núcleos de la sociedad:

  • Crear espacios de libertad personal distribuyendo además las cargas y responsabilidades.
  • Disminuir el individualismo extremo que llevan a la intolerancia y la violencia.
  • Establecer la justicia en cada uno de los miembros de la familia

El  matrimonio como un compromiso de estabilidad y situación sentimental exclusiva, se debe evitar la entrada de caprichos e insensibilidad.

No temer a la soledad la cual se combate a través de la protección, la seguridad y la fidelidad, esto puede traer consecuencias como caer en una relación que limite las aspiraciones personales.

Para no debilitar a la familia es importante establecer una autocrítica donde se pueden considerar los siguientes aspectos:

  • Lamentarse sin ningún tipo de propósito para el papa no tiene sentido quedarse en una denuncia retórica con respecto a los males actuales, la sociedad pretende imponer normas a la fuerza a través de la autoridad, la Iglesia debe establecer las razones principales que motivan la realización del matrimonio y el fortalecimiento de la familia.
  • Las presentaciones con respecto a la vida cristiana no están llegando de manera contundente a todos los fieles y por ende, es difícil establecer conversiones, el comienzo para convencer a otro comienza en el trato que se le otorgue a esa persona, de eso depende que se logre el objetivo de predicar y convencer.
  • Minimizar los daños en la destrucción del matrimonio, por eso se deben hacer llamados para fomentar el amor en la familia con la ayuda mutua de la pareja donde el deber de la procreación no quede excluido de las prioridades de la familia.
  • Limitaciones en la falta de acompañamiento, se ha observado que después del matrimonio eclesiástico la comunión no recibe ningún tipo de seguimiento y control, las parejas quedan determinadas a su propia decisión, y cuando existen problemas generalmente no tienen ningún tipo de apoyo para resolver esos problemas.

La moralidad es una tarea primordial no solo se debe establecer el adoctrinamiento espiritual también se deben realizar diversas formas de acompañar a la familia en situaciones diversas. Forma de valorar la conciencia el papa dice:

“También nos cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles, que pueden desarrollar su propio discernimiento ante sus situaciones donde se rompen todos los esquemas. Estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas”.

Tratar de tomar la ofensiva y dejar de estar a la defensiva, hacen que se desgasten las actividades pastorales, atacando muchas veces el mundo que sabemos está en decadencia, ese ataque debe ser a los problemas primarios, que permitan mostrar a los integrantes de la familia el camino de la felicidad.

La compasión representa un aspecto de la moral sumamente importante y es una herramienta vital que tienen todos los cristianos.  El matrimonio es un reflejo de todo el esfuerzo que Jesús llevó a cabo durante su predicación, de manera que siempre estaba al lado de los frágiles intentando ayudar a los que necesitaban, y tenían problemas de inestabilidad matrimonial.

Las dificultades que viven las personas más necesitadas permiten a cada persona y sobre todo a los cristianos considerar la misericordia como elementos para ayudar y buscar la paz de los que más necesitan. se sirven de la autocrítica social, política y cultural.

Las relaciones afectivas deben combinarse con el entorno social y del medio ambiente, nada se puede descartar, el santo padre detalla contenidos relacionados a la forma como los humanos se comportan con respecto a la naturaleza, no obstante la mentalidad más anti ambientalista se refleja con el consumismo, el narcisismo y la mentalidad antinatural.

Las crisis en los matrimonios se expresan de una forma más directa cuando existe la superficialidad y la impaciencia existe en alguna de las partes, se debe establecer diálogos sinceros previos al matrimonio y durante su permanencia, los cuales no deben considerar las acciones de ciertos estados políticos con respecto a los anticonceptivos, la esterilización y el aborto.

El intervencionismo es un arma de doble filo que rompe la conciencia de la pareja. Las limitaciones con respecto al número de hijos por motivos diversos, pero que el estado político  justifica se consideran inaceptables, por otro lado las familias se sienten abandonadas debido al poco interés y la falta de atención de las instituciones

La juventud desamparada y sin orientación permite llevar un desorden emocional y lo peor establecer la formación de valores que no le permiten crear una familia, problemas de tipo económico y limitaciones de acceso a profesionalización educativa que permitan concretar el matrimonio, donde incluso el problema para adquirir una vivienda limita las acciones espirituales y llega la frustración.

La desprotección económica produce diversas formas de exclusión social, las familias sufren con respecto a los problemas de tipo laboral, el sistema actual no cubre necesidades básicas de los miembros y las personas más necesitadas, las personas sufren cada día por lograr obtener un empleo y los que lo obtienen invierten muchas horas laborado descuidando y desmejorando la unión familiar.

Explotación infantil

El abandono infantil es una expresión de esta sociedad, y en Amoris laetitia el abuso sexual se considera un escándalo, los niños en la calle representan el abandono por irresponsabilidad o consecuencia de problemas sociales como las guerras, el terrorismo y la pobreza.

La migración se ha convertido en los últimos años una forma de expresión social de magnitudes grandes, la mayoría son forzadas y las familias se desintegran, la pobreza y conflictos sociales crean inestabilidad en las posturas de los miembros de familia, quedando desarticulada.

Los niños quedan bajo el amparo de familiares que muchas veces no son responsables, los niños quedan solos y enfrentan las situaciones como mejor les parece, trayendo la desolación y el abandono de los niños, creciendo de la misma forma la presencia de estos en las calles.

Miseria Eutanasia y otras plagas

La Eutanasia es un problema que viene creciendo de manera paulatina en los últimos años, la justificación a través de promociones donde se interpone la situación económica por encima de la vida representa una de las situaciones más aberrantes del la sociedad actual.

Los desafíos que enfrenta la familia social en el mundo actual son los siguientes:

  • Drogadicción 
  • Alcoholismo
  • Hostilidad
  • Falta de estabilidad en los conyugues
  • Problemas de comunicación y comprensión así como saber identificarlos.
  • Situaciones de estrés y ansiedad. 

El papa plantea que es legal y justo rechazar las formas antiguas de la familia, el patriarcado y la sumisión, en la actualidad ha sido sustituido por la violencia doméstica el autoritarismo.

La defensa de la mujer en el maltrato, la degradación, la esclavitud y otras formas de violencia. Situaciones como la ausencia de padres bien sea física emocional o afectiva, limitan la educación integral de los niños, el estereotipo de la familia ideal debe ser llevada a la realidad, hacer una fusión de diversas realidades que permitan afrontan el problema de la familia de una forma más verdadera.

Capítulo III “La mirada puesta en Jesús: la vocación de la familia”

Esta parte del Amoris laetitia está dedicada exclusivamente a los elementos que permiten la enseñanza de la Iglesia con respecto al matrimonio y la familia, está compuesto por un aproximado de 30 párrafos donde se incluye la vocación de la familia desde el punto de vista evangelizador.

Se establece la invulnerabilidad e fortaleza del matrimonio, la transmisión de la vida y la educación de los hijos, se hacen referencias con respecto a los textos de El papa Paulo VI la Humanae vitae y «La familiares» de Juan Pablo II.

La reflexión incluye la denominadas familias heridas, allí se habla de las responsabilidades, por lo que la doctrina tiene que ser expresada con claridad para evitar los juicios de valores  que no consideran la complejidad de muchas situaciones, siempre se debe estar atento a cómo viven las personas y como sufren a causa de esa condición.

El kerigma familiar

Consiste en una serie de anuncios que el santo padre elabora con el objeto de orientar a los pastores con respecto a la forma de cómo se debe implementar las doctrinas y enseñanzas del evangelio en la familia, veamos.

  • El primer anuncio del evangelio de la familia consiste en la enseñanza del amor y la ternura, la idea es darle propiedad para no convertirla en una doctrina fría y simple.
  • Sigue la fortaleza e Indisolubilidad que se establece como un don. Donde lo que une dios no puede disolverse, no se puede entender como un yugo sino una forma de amor y unión que Dios promueve con su poder, de allí la importancia en la preparación de la pareja antes del matrimonio.
  • El sentido de la trinidad, representa una forma de amor expresada en el matrimonio se debe establecer con el restaurar la imagen de la Santísima Trinidad ya que representa una emanación de verdadero amor.
  • Se considera el misterio preferido de San Francisco de Asís que le permitió renovar sus votos de fe, estamos hablando de la presencia de la Navidad y evangelio de la infancia, permite reforzar  la esperanza y la alegría.

Documentos de la familia en Iglesia

Estos párrafos incluidos en el tercer capítulo de Amoris laetitia permiten definir el matrimonio como una comunidad de vida y amor, lo cual se estableció en el Concilio Vaticano II. Así mismo se pone de relieve el contenido que estableció el papa paulo VI en su Encíclica «Humanae Vitae», donde se pone de manifiesto la paternidad como una forma de expresar la responsabilidad en el hombre.

Francisco nombra la «Exhortación Familiaris Consortio» escrita por San Juan Pablo II, donde se detalla las líneas fundamentales de vida pastoral de la familia. También considera un documento de Benedicto XVI, «Encíclica Deus caritas es», donde se resalta el matrimonio basado en el amor exclusivo y definitivo, lo que permite convertirlo en el modelo de la relación de Dios con el pueblo.

El matrimonio como sacramento

Los detalles con respecto a este tema  tienen unas características sumamente importantes y el papa Francisco las expresa muy bien en esta Amoris laetitia, veamos cuales son:

  • El matrimonio no es convenio social, un tiro vacío o un simple signo de compromiso, este sacramento representa un don para la santificación y salvación de la pareja.
  • Representa la vocación de amor y la decisión de casarse permite crear familia que será el fruto de las decisiones mutuas.
  • Representa la fuerza en cristo, es una realidad que el señor enseña y permite establecer ida eterna a la pareja.
  • Vivir en la comunidad de los esposos, donde se mezcla situaciones diversas y se entrelazan la fortaleza y las virtudes humanas convirtiéndose en un todo espiritual.
  • Las reflexiones ayudan a mejorar la comunicación y la vida mutua, esta bendición debe ser establecida de manera constante, considerado un don del Espíritu.

Semillas del Verbo

Para Francisco la semilla del verbo representa la forma en como el discernimiento con respecto a la presencia de otras culturas, adaptadas a la forma de vida cristiana.

Así mismo plantea la presencia de situaciones imperfectas, donde las adversidades presentadas deben considerarse como una solución cuando se recuerda el principio general de la vida. Evitando entonces los juicios que no consideran la complejidad de las cosas.

Educación de los hijos y la transmisión de vida

El don del matrimonio es una forma de enseñar la forma en la cual se debe educar a los hijos, transmitir la vida representa otorgar a través de la forma como lo estableció Dios, lo padres ejercen el primario ejercicio para determina la vida de los hijos, estos están protegidos al momento del nacimiento de la fuerza de Dios.

El papa plantea que se está generando y difundiendo la mentalidad para reducir la generación de vida, el cual es otro problema adicional con respecto a los planes individuales de los cónyuges.

La fecundidad es un paso adicional que la pareja a través del matrimonio se les presenta, esta debe ser considerada como una virtud de amor donde se incluye la adopción que permite dar afectó a los hijos.

La denuncia que realiza el papa también incluye la negación de la vida en el matrimonio si este se considera como un santuario de vida, donde la misma debe ser cuidada y protegida, no se debe permitir esta contradicción.

Y la otra denuncia que registra el papa en este capítulo de Amoris laetitia es referente a la educación que deben recibir los hijos, en su totalidad la educación moral e intelectual está muy dispersa, la escuela no puede sustituir a los padres, ambas incluso deben ir acompañadas y unidas de manera que una es el complemento de la otra, las dos forman la interinidad del aprendizaje.

La casa y la Iglesia

Considera el papa que existe una Iglesia doméstica donde se aprende la paciencia y el amor por el trabajo, así como el amor fraterno, el perdón y sobre todo la cultivación de un amor a Dios por medio de la acción y la ofrenda espiritual, la Iglesia es la familia de las familias que respeta el más preciado de la sociedad actual.

Capítulo IV “El amor en el matrimonio”

El papa Francisco se inspira en el himno al amor de San Pablo, en él se expresa toda la forma y el abanico de apertura que produce y contienen el amor sobre todo el matrimonial, sin embargo el contenido en este capítulo es una serie de discursos relacionado directamente con el amor.

Se plantea el momento psicológico en el cual las emociones de los cónyuges se compenetran, entrando en fases diversas incluyendo el erotismo y el sexo, el amor matrimonial contribuye afianzar la vida cristiana de la pareja, se plantea la forma de cómo debe manejarse la cotidianidad del amor.

El papa Francisco plantea que no hay que arrojar sobre dos personas limitadas el inmenso peso de tener que reproducir la unión entre Cristo y la Iglesia, el matrimonio (Continúa explicando el santo padre) es un proceso muy dinámico que avanza en la misma medida que se conocen los dones de Dios.

La insistencia de Francisco sobre el hecho que, en la naturaleza el mismo amor conyugal se expresa como una apertura hacia lo definitivo, resulta una combinación de alegrías y fatigas, presión y tranquilidad, sufrimiento y liberación, placeres y fastidios, lo que determina que ese debería ser el verdadero sentido del matrimonio, compartir juntos las cosas buenas y malas, superarla las malas y seguir adelante.

La reflexión con respecto a la transformación del amor ya que representa una forma de prolongación de vida, hace que se produzca algo que no era tan común en otras épocas: La relación íntima y la pertenencia que debe durar entre cinco y seis décadas.

Recuerda a todos los fieles y seguidores del catolicismo que el aspecto físico cambia y la atracción amorosa no debe disminuir pero el deseo sexual se convierte en un deseo de intimidad y compañía, de manera que Francisco aclara una duda que ha preocupado a muchas parejas, dice lo siguiente:

“No podemos prometernos tener los mismos sentimientos durante toda la vida. En cambio, sí podemos tener un proyecto común estable, comprometernos a amarnos y a vivir unidos hasta que la muerte nos separe, y vivir siempre una rica intimidad”.

Amor cotidiano

Para el santo padre el Amoris laetitia es paciencia:

“Tener paciencia no es dejar que nos maltraten continuamente, o tolerar agresiones físicas, o permitir que nos traten como objetos. El problema es cuando exigimos que las relaciones sean celestiales o que las personas sean perfectas, o cuando nos colocamos en el centro y esperamos que sólo se cumpla la propia voluntad”

El amor es esencial, y plantea un referencia de San Ignacio De Loyola quien decía el amor no se debe poner más en la sobras que en las palabras. Asimismo expresa que tampoco el amor es envidioso valora los logros ajenos y no permite sentirlos como una amenaza.

También se dice en este capítulo que el amor carece de arrogancia, en ningún momento permite hacer alardes, más bien disculpa y comprende, le sirve al corazón y le ofrece un gran servicio, con estas acciones se sana el orgullo y se cultiva la humildad.

El amor no acciona a la fuerza, entra en la vida de la otra persona, pidiendo la delicadeza de una actitud que no sea invasora, más bien busca renovar confianza y respeto. No hay intereses de por medio, se plantea y está más cercano a querer amar que ser amado.

No existe irritación ni odio, siempre se debe buscar al final del día hacer las paces, intentar aprender a realizar pequeños gestos de cortesía que permitan solventar las diferencias, a través de una buena palabra o una caricia. El perdón es un elemento que utiliza el amor para socializar y equilibrar las desavenencias, se busca con esto comprender las excusas de la otra persona.

Instrucciones de cómo amar

El amor es la máxima representación sentimental de cualquier humano, no se alegra de la injusticia, sino que se alegra de la verdad, todo lo disculpa, los esposos que se aman siempre hablar bien uno del otro e intentan mostrar el lado bueno que tienen cada. El amor todo lo cree,  el amor confía y otorga libertad, renuncian al control ya todo lo que amare.

Juzgar a la pareja no es buen indicio de amor, se debe aprender a guardar secretos, esconder las caídas y los errores y las debilidades, intentar fingir que no existen problemas también con el tiempo traerá consecuencias. Las parejas deben madurar, las potencialidades más ocultas siempre al final germinan, trayendo el equilibrio emocional en el matrimonio.

La esperanza en el matrimonio incluye una vida que va más allá de la muerte, se puede transformar en una relación que elimina las fragilidades y la oscuridad, no se nutre solo de en no tolerar algunas cosas molestas sino en la resistencia dinámica y constante.

En una parte de este artículo el santo padre en Amoris laetitia afirma con sus propias palabras:

 “A veces me admira, por ejemplo, la actitud de personas que han debido separarse de su cónyuge para protegerse de su violencia física y, sin embargo, por la caridad conyugal que sabe ir más allá de los sentimientos, han sido capaces de procurar su bien, aunque sea a través de otros, en momentos de enfermedad, de sufrimiento o de dificultad. Es también es amor a pesar de todo”.

Crecimiento en la caridad conyugal

No debe existir entre dos personas con limitaciones el peso de la reproducción que existe entre cristo y Dios, dos personas enamoradas no pueden establecer una relación limitada en el tiempo, los hijos consideran siempre que sus padres se amen, sean fieles y sigan juntos toda la vida,

La pareja debe prometerse amor para siempre, el proyecto debe ser mutuo y se sostiene en la entrega total del futuro hacia la persona amada. El amor mutuo implica un gusto contemplador, donde se valora la belleza de cada uno, la cual se encuentra más alejada del gusto por las necesidades. Evitar las heridas causadas por daños puede ayudar a mejorar la contemplación.

Como en muchas familias y matrimonios que sirvieron de ejemplo en la Biblia, la pareja tiene que luchar y sufrir juntos , deben experimentar el placer de sentir que el compromiso valió la pena, ya que consiguieron algo juntos y eso los ayuda a valorar más de lo que tienen.

El matrimonio es una institución de la Iglesia y Dios permite otorgar protección social que debe se administra de manera mutua, la maduración en la relación del amor debe ir dando poco a poco, de manera que se pueda ir experimentando su verdadera función en la sociedad.

Para el santo padre el Amoris Laetitia representa una forma de manifestar consejos y diagnosticar los problemas del matrimonio a través del amor ye implementar en él, tres aspectos que ayudan a mantenerlo y reforzarlo: El permiso, la gracia y el perdón.

El amor matrimonial se debe cuidar a través de estos tres aspectos, la pareja debe entender de una manera integral, que forman tres herramientas que con el tiempo están obligados a utilizar.

Sabemos (indica el papa Francisco) que no existen familias perfectas, la propaganda consumista y falaz muestra una fantasía de vida conyugal que solo lleva al dolor y la muerte, ya que no afronta los contenidos de una forma real, incentivando la mentira con fines mercantilista.

Diálogo

Entre las páginas 136 y 141 en el documento Amoris laetitia se puede observar como el papa plantea diversos aspectos que deben tomarse en cuenta para fomentar la comunicación y el diálogo entre la familia, veamos:

Dar espacio, considera la forma de expresar opiniones y consejos, donde se debe asegurar haber escuchado otro, esta forma de escuchar permite abrir el corazón y prestar atención de manera atenta.

Valoración hacia la otra persona, consiste en Desarrollar el hábito de dar importancia real al otro, dar importancia a la persona y reconocer su derecho a existir, pensar de manera autónoma y permitir la felicidad.

La unidad de la diversidad consiste para el papa Francisco una herramienta que permite unificar las diferencias, respetarla, aceptarlas y valorarlas, siempre manteniendo en bien común, que ayuda a fortalecer a la pareja.

Cuidar el lenguaje y las palabras, es una forma que cada persona debe comprender en función de su capacidad, expresar lo que siente sin necesidad de lastimar, utilizando un lenguaje que pueda ser aceptado y tolerado, sin importar que el contenido sea exigente, se pueden plantear reclamos sin necesidad de causar alguna diferencia.

Cultivar valores a través de las acciones, permite reconocer que para que funcione el diálogo se debe tener siempre algo que decir, lo cual debe estar cargada de una riqueza emocional que se consigue a través del conocimiento, la oración y la apertura mental.

Parte del contenido de esta capitulo de Amoris laetitia  manifiesta dos situaciones importantes «El amor apasionado» y «El mundo de las emociones”, ambas con una relación de importancia buscan de alguna forma fomentar el amor celestial que pueden ayudar a concretar y solidificar el amor matrimonial.

La madurez en el matrimonio y sobre todo en la familia llega cuando la vida emotiva de sus miembros se modifica en sensibilidades que no domina, permitiendo no oscurecer los valores, que permitan entre todos lograr una armonía que ayude a mejorar aspectos importantes y trae grandes beneficios.

Dios ama la alegría de sus hijos

Un contenido importante que expresa el papa trata sobre un hermoso camino con respecto a las pasiones, se orienta en lo que él mismo considera la auto donación y la plena realización de sí mismo, esto permite enriquecer las relaciones entre todos los miembros de la familia.

Francisco cree que algunas corrientes espirituales insisten en la liberación del dolor, el cual es un deseo que mantienen como meta y objetivo principal, pero para los que creen en Dios, sabemos que el gozo otorgado por su investidura permite saber que se manifiesta en todos los aspectos y permite concentrarse en el disfrute que el proporciona.

La violencia y la manipulación

En estos tiempos resulta muy riesgoso que la sexualidad sea poseída por un espíritu malicioso, el cuerpo de cualquier integrante de la familia puede ser manipulado con el objeto de buscar una satisfacción efímera y pasajera.

La pertenencia recíproca entre los esposos se convierte en un arma necesaria que puede ayudar a cambiar la forma de manifestación emocional, creando líneas de acción correctas hacia los integrantes de la familia.

La virginidad es un tema que el papa lo considera como un  «signo escatológico de Cristo Resucitado», el matrimonio es un signo histórico  que representa a todos los que están en la tierra, a través de Jesús podemos saber que entregó su sangre para ayudarnos a todos nosotros, de manera que el matrimonio y la virginidad se manifiestan en diferentes formas de amor.

Un mensaje a los jóvenes

Amoris laetitia plantea la seriedad del compromiso que representa el matrimonio en los jóvenes, debe darse como un compromiso de amor público, no se puede tomar la decisión de formar apresurada, los jóvenes deben estar bien decididos y claros al momento de tomar la decisión, el matrimonio es para toda la vida cuando se compromete y se comprende su accionar en el futuro.

Para tomar la decisión el papa expresa a los jóvenes que deben darse algún tiempo para conocerse, saber escuchar y no apresurarse en los consejos de ayuda o consolación, si apreciamos las discusiones generalmente estas son por situaciones muy simples y pocas veces por cuestiones graves.

Sin embargo pueden alterar la relación desde un principio y es importante solventar y aprender a dominar las emociones al momento porque de esa forma también se manifestaran en las acciones del matrimonio.

El regalo maravilloso de la sexualidad

Los deseos, las emociones, las pasiones ocupan un lugar relevante en la relación matrimonial, el papa cita a Benedicto XVI cuando explica lo siguiente:

«La enseñanza oficial de la Iglesia no ha rechazado el eros como tal, sino que declaró guerra a su desviación, Dios mismo creó la sexualidad, que es un regalo maravilloso para sus criaturas”.

Por su parte Juan Pablo II rechazó el concepto y la implementación de las enseñanzas que la iglesia autorice, lo que puede representar una negación del valor del sexo humano, y considerarse además una negación a la procreación.

La necesidad sexual de los esposos no puede ser objeto de desprecio y plantea: 

“No podemos ignorar que muchas veces la sexualidad se despersonaliza y también se llena de patologías”.

De manera que se puede convertir en instrumento de afirmación del propio yo y de satisfacciones egoístas proporcionadas por deseos íntimos, el verdadero acto de amor  y conyugal no puede ser impuesto es importante considerar la situación actual y sus verdaderos deseos, y por cualquier motivo se debe rechazar el sometimiento sexual.

Capítulo V: “El amor que se vuelve fecundo”

En esta parte se establece la relación de fecundidad y la generosidad del amor, cómo se debe plantear el recibimiento de una nueva vida, la formulación y ampliación de la familia  a través de los hijos, el enfoque espiritual y psicológico que los padres deben dar al momento y situación.

Pero también el papa plantea que el Amoris laetitia es una forma de expresar la fraternidad y la bondad para con los niños desamparados, uniendo aquellos que no pueden tener hijos con los niños que han sido abandonados.

Se expresa la aceptación, como una forma de expresión de amor, Amoris laetitia no toma en consideración la familia “mononuclear”, es decir aquella donde únicamente es levantada por un solo miembro, el matrimonio es una unión donde las partes deben afrontar cada situación, buena o mala.

Las relaciones que se dan dentro del núcleo familiar deben ser asumidas por cada integrante de una forma basada en la responsabilidad, esto permite crecer en conjunto y permitir una relación armónica entre todos los miembros.

¿Cómo Acoger la vida la infibulación y la violencia?

Ser amados es una forma de expresión hacia los nuevos integrantes de la familia, considerado por la familia como un regalo de Dios, los hijos deben ser amados antes de su llegada, sus padres deben concederle un nombre en el cual será llamado por el resto de su vida.

 Existen muchos niños que son rechazados antes de su llegada, abandonados  a la buena de Dios, de manera que les arrebatan su infancia y su futuro, es un  error justificar que su gestación fue una situación no deseada, y se hace la pregunta «¿Qué hacemos las solemnes declaraciones de los derechos humanos o de los derechos del niño, si luego castigamos a los niños por los errores de los adultos?

Para unos las grandes familias son un problema para la Iglesia es una alegría, en ellas se expresa la fecundidad generosa, de manera que no se olvida una gran advertencia de San Juan Pablo II cuando dijo que la paternidad responsable no es procreación con falta de conciencia.

La procreación es una facultad que tienen los esposos para usar su libertad de manera sabia y responsable, donde deben tomar en cuenta diversas realidades sociales así como su propia situación y deseos.

Cada niño se encuentra en el corazón de Dios desde el nacimiento, es un valor del creador desde que está en el embrión, se debe observar con los mismos ojos de amor de padre en la forma como lo haría Jesucristo, quien observa siempre más allá de toda apariencia.

Ciertos padres consideran a sus hijos y justifican en ocasiones que no han llegado en el mejor momento, solicitan a Dios que lo cure y lo sane de manera que puedan aceptarlo, siempre es importante hacerle ver a los hijos que son aceptados, jamás se puede expresar que su presencia es un complemento a una inquietud personal, un ser humano no puede ser utilizado para un beneficio propio.

Cada hijo es un instrumento de Dios, cada mujer embarazada representa para Dios un jolgorio y un gozo, esa mujer debe saber que la alegría de gestar un niño representa un don y un regalo de Dios, la mujer no puede permitir que los miedos y las preocupaciones apaguen la felicidad de la gestación y el posterior nacimiento.

El Amor de madre y de padre

Todo niño debe tener derecho a recibir el amor de madre y de un padre, deben conformar el llamado “maduración integral y armoniosa”, no se debe expresar un amor unilateral sino mutuo, ni tampoco por separado, el amor debe estar junto, unido y entregado hacia el niño.

Debe ser como una especie de nido que recibe a un ave recién nacida y le da todo el calor de sus padres, esta situación genera en el niño seguridad y confianza dándole a la familia el verdadero fundamento de la familia.

La presencia de una madre

Todo hogar y matrimonio debe contar siempre con la presencia materna, no existe matrimonio sin hogar sin madre, el papa plantea lo siguiente:

“El debilitamiento de la presencia materna con sus cualidades femeninas es un riesgo grave para nuestra tierra. Valor el feminismo cuando no pretende la uniformidad ni la negación de la maternidad. Porque la grandeza de la mujer implica todos los derechos que emanan de su inalienable dignidad humana, pero también de su genio femenino, indispensable para la sociedad”

Así mismo la presencia del padre es un pilar en el hogar, el padre ayuda a recibir los límites de la realidad y su presencia se basa en la orientación hacia una salida por un mundo más amplio y desafiante, permite otorgar fortaleza e integridad de lucha al padre.

La presencia del padre no se debe confundir con la situación tiránica de controlador, la presencia del padre es muy diferente a la situación de manipular las situaciones para un beneficio, esto lleva a anular a los hijos, quienes deben contar con los padres cuando regresen de sus fracasos.

Fecundidad ampliada y las adopciones

Las situaciones deben crearse en función donde el hijo sea querido de cualquier manera y a cualquier precio, con derechos en la acogida y la aceptación, esta situación debe ser comprendida incluso cuando el hijo es adoptado.

La adopción y la acogida debe ser comprendidas correctamente, la Amoris laetitia permite dar bondad y abrir el corazón aquellos que buscan alguna forma de recibir hijos que no son de su sangre, se aprende a amarlos y al hacerse cargo de ellos permitiéndoles dar entrada con amor en el reino de Dios.

Para la iglesia, la procreación y la adopción no solo son las únicas formas de vivir en fecundidad, la familia con muchos hijos está llamada a dejar una huella muy importante en la sociedad, la prolongación del amor se da en estas familias y también en los casos de adopción.

Los matrimonios necesitan una conciencia especial que permita entender sus deberes sociales. Cuando esto sucede, el afecto aumenta y se observa nuevamente una nueva luz de esperanza. En Amoris laetitia todo matrimonio que experimenta la fuerza del amor, sabe que está llamado a sanar heridas que pueden dejar en niños abandonados, se instaura la cultura del encuentro y se logra obtener justicia.

La vida en la familia grande 

Cuando existe una familia ampliada no debe perder ni dejar que se escape el núcleo existente similar al de una familia pequeña, esa expansión de amor en las familias ampliadas debe ser el trabajo de los padres durante algún tiempo.

En la familia grande puede haber algunos necesitados de ayuda e incluso de compañía, pero sin embargo debe acompañarse aun con limitaciones y con gestos de amor, donde el consuelo por grandes sufrimientos permita aliviarlos de una manera sencilla.

Los hijos deben honrar a sus padres, quienes lo no lo hagan estarán formando un mundo sin honor una sociedad la cual corre el peligro de estar destinada a poblarse de gente y jóvenes sin sentimientos y desapacibles. Dios dijo: “Abandonará el hombre a su padre y a su madre».

Generalmente esto no se cumple debido que el matrimonio no concluye esa renuncia y esa entrega.

Los ancianos y los hermanos

La atención que la familia debe proporcionar al anciano permite hablar de la calidad de la propia familia, nuestra civilización busca las formas de atender a todos los ancianos del mundo sin embargo una gran porcentaje se encuentran desasistidos y en estado de sufrimiento.

Los ancianos son un valor agregado de la sociedad y de los hombres sus narraciones  hacen mucho bien a los niños y sobre todo a los jóvenes, permite abrirles una conexión con la historia de vida, tanto en la familia como en su entorno. La familia que no respeta al anciano es una familia desintegrada.

Los hermanos se consideran la semilla de la fraternidad, la humanidad debe comprender que esta experiencia es muy rica en amor, los hermanos se nutren de afecto y se alimentan con la educación familiar, es una buena oportunidad que la sociedad recibe de la familia.

Hay que aprender a ser hermanos, reconocer a un hermano o una hermana es una experiencia fuerte, insustituible e impagable, sin embargo los padres deben enseñar a todos sus hijos como tratarse, deben cultivarse los dones de la paciencia y el amor.

Un Gran corazón

Las madres adolescentes de hoy en día deben ser integradas a las familias grandes, protegerlas con mucho amor y otorgarles comprensión, su inmadurez muchas veces no le permite observar su verdadera realidad. Por otro lado las personas que tienen algún tipo de incapacidad deben recibir mucho afecto y cercanía.

Con respecto a los jóvenes que tienen desventajas sociales y se han ido por el mundo del vicio, la soltería o la separación, deben ser recibidos bajo el seno de la familia grande, la cual  es un pilar de apoyo a todos los integrantes, de allí que se considere una iglesia dentro del hogar.

Otro aspecto importante es la aceptación y a entrega hacia la familia del cónyuge, así como se debe expresar un gran amor por los integrantes directos de la familia grande, también se debe otorgar a través de un gran corazón las bondades del amor a los miembros y familiares de los cónyuges.

La suegra el suegro y los hermanos de los cónyuges pertenecen a nueva conformación familiar, respetar las tradiciones es importante, las costumbres así como entender su lenguaje corporal y verbal.

Es bueno controlar las críticas y entregarlas al corazón, aún hay que preservar la legítima autonomía sentimental o emocional de la propia pareja, estas situaciones de tolerancia y comprensión permiten fortalecer los lazos entre ambas familias y consolidar la unión matrimonial.

Capítulo VI “Algunas perspectivas pastorales”

Considerado el capítulo más largo de Amoris laetitia, en él se plantean diversas vías pastorales que van a permitir a la familia construir bases sólidas y fuertes que se afianzan según el plan de Dios, Amoris laetitia presenta esta exhortación con el objeto de renovar las ideas que se presentaron en los dos sínodos.

También se expresan directamente contenidos de importancia de las catequesis de San Juan Pablo II y el propio papa Francisco, donde se confirma que las familias son objeto y sujeto de evangelización el papa explica a todos los misioneros y pastores lo siguiente:

«A los ministros ordenados les suele faltar formación adecuada para tratar los complejos problemas actuales de las familias. Si por una parte es necesario mejorar la formación psico-afectiva de los seminaristas e involucrar más a las familias en la formación al ministerio, por otra puede ser útil también la experiencia de la larga tradición oriental de los sacerdotes casados”.

Posteriormente afronta el tema de la vida hacia los novios, cómo debe enfrentar su relación y cómo deben prepararse para el matrimonio, el pastoral debe estar integrado en el acompañamiento durante los primeros años de su relación, algo que no se realiza, así mismo estar presente durante las primeras crisis que generalmente  llevan a una buena noticia.

El acompañamiento también debe darse hacia las personas abandonadas, separadas o divorciadas y se busca considerar incluso la reforma establecida con respecto a los procedimientos para los casos de nulidad matrimonial. En este aspecto se subraya la situación de sufrimiento que deben afrontar los hijos, donde se concluye lo siguiente:

“El divorcio es un mal, y es muy preocupante el crecimiento del número de divorcios. Por eso, sin duda, nuestra tarea pastoral más importante con respecto a las familias, es fortalecer el amor y ayudar a sanar las heridas, de manera que podamos prevenir el avance de este drama de nuestra época”.

Anunciar la buena nueva en la Familia hoy

En fin del evangelio es acompañar a cada familia con el objeto de poder superar las dificultades, de manera que se exhorta a realizar un esfuerzo evangélico dirigido especialmente a la familia. Para ello se sugiere utilizar diversos medios:

La conversión misionera, donde cada misionero no debe quedarse únicamente en las sugerencias teóricas sino enseñar cómo llevar la práctica las soluciones para los problemas.

Educar en base a los valores, el papa considera que una herramienta de Amoris Laetitia es presentar a la familia las virtudes y valores que deben  fomentar las relaciones en el hogar.

Denunciar las formas de condicionamiento, ninguna relación puede basarse en condiciones culturales, sociales o económicas, no debe ocupar espacio que perturbe la verdadera relación.

Actividades parroquiales, que se enfocan en actividades locales donde la familia parroquial tiene su nacimiento, se deben armonizar los aportes de las pequeñas comunidades donde los movimientos y necesidades se agrupen a las actividades eclesiásticas.

Formar sacerdotes desde la raíz del seminario y el pueblo, estos puede mantener el contacto con las familias y las parroquias.

La experiencia de algunos laicos pertenecientes a la familia pastoral ayuda enormemente a mantener la comunicación y aportar soluciones de tipo psicológico y sociológico en algunas situaciones fundamentales.

La guía de preparación al matrimonio

Existen varias formas de realizar orientaciones preparatorias para el matrimonio, la primera es denominada «La forma remota» en la cual la pareja es presentada para realizar esta comunión con dios debe establecerse de manera que los padres de la pareja sean en sí, sus propios maestros de enseñanza hacia el acto matrimonial.

Las actividades pastorales pueden realizarse en grupos de parejas y novios, donde se articule ideas diversas con respecto al futuro de la formación familiar. la relación espiritual y la forma de enseñar a los hijos en función de las virtudes divinas

No obstante en Amoris laetitia plantea al papa, que es indispensable personalizar la orientación cree de suma importancia que los futuros cónyuges sepan identificar el amor como  el candado de unión que los mantendrá unidos toda la vida. Se pueden realizar actividades motivadoras a través de la pastoral popular, incendiados a través del calendario episcopal como por ejemplo las relacionadas con el día de San Valentín.

La preparación próxima es la segunda forma de iniciación hacia este sacramento, en este caso interesa más la calidad que la cantidad, el contenido a informar a la pareja deben estar envueltos de una forma atractiva y amena, de manera que puedan aprender y comprender el compromiso que piensan adquirir.

En este aspecto se hace énfasis en la comunicación, la cual debe ser estimulada a través de los diversos cursos, donde se pueda conocer el testimonio de cada miembro,  que espera cada uno del matrimonio, se busca en el amor la forma de unión y no una forma de condición en cuestiones de relación.

Establecer y dar a conocer las «Señales de peligro», permiten aceptar con voluntad la posibilidad de afrontar renuncias, momentos adversos y situaciones conflictivas, aprendiendo entre sí, a cómo resolverlas.

La forma de aprendizaje llamada Pastoral del vínculo, consiste en una herramienta que se le enseña a la pareja prenupcial, entender el matrimonio y pensar que no es el final del camino, sino el resultado de un paso más en la vida cristiana, la cual permite dar valor a las promesas de Dios y ellos como hijos la llevan adelante.

Los caminos prácticos permiten conocer las realidades en las cuales los cónyuges deben tomar en cuenta, deben aprender tácticas de experiencia mutua para caminar juntos hacia los senderos propuestos por Dios.

El papa establece en este capítulo del Amoris laetitia, la reconciliación sacramental, la cual permite colocar los pecados y los errores en el pasado de cada la persona  bajo el misericordioso perdón de Dios y su fuerza sanadora, la pareja queda limpia y pura para enfrentar su relación con dignidad y amor.

Celebración 

Este es el momento definitivo para la pareja, la prioridad se manifiesta y el papa envía un mensaje muy emotivo: 

“Queridos novios: Tened la valentía de ser diferentes, no os dejéis devorar por la sociedad de consumo y de la apariencia. Lo que importa es el amor que os une, fortalecido y santificado por la gracia. Vosotros sois capaces de optar por un festejo austero y sencillo, para colocar el amor por encima de todo” 

Se manifiestan los llamados signos litúrgicos que complementan la ceremonia a través de lecturas las cuales permiten establecer meditación y reflexión sobre el acto en curso, así como comprender el significado de los anillos.

Los novios en esta situación reciben el peso teológico y espiritual del consentimiento, a través de la llamada continuidad y la promesa, ambos valores  permiten establecer el futuro sólido de la relación, permitiendo la fidelidad y la lealtad a Dios.

La oración en la ceremonia es una forma de agradecer y alabar a Dios, es importante que la pareja complete su acto entendiendo el valor y el poder de la oración, el papa dice que es importante que lleguen al casamiento orando juntos, orando y agradeciendo uno por el otro, pidiendo a Dios ser fieles y generosos, así como preguntarle qué es lo que espera de ellos.

Esta ceremonia implica dar una «Oportunidad evangelizadora» para ambos, quienes posteriormente tendrán la oportunidad de dirigirse a una asamblea compuesta de personas, en la cual participará de la vida eclesiástica, cristiana o comunitaria religiosa.

Acompañar al matrimonio

Es importante para la Iglesia considerar ciertos aspectos que permitan acompañar a los novios y futuros esposos en sus acciones durante el matrimonio, considera Francisco que el tiempo de noviazgo a veces no es suficiente, y algunos jóvenes se precipitan por diversas razones. Es importante la maduración en ellos de manera que puedan llegar con suficiente conocimiento y entendimiento al matrimonio.

El proyecto debe estar claro, el diálogo abierto donde se establezcan ideas sobre el futuro de ambos, cumplir etapas de preparación permite considerar el nivel de conocimiento y realidad que van a enfrentar.

El matrimonio se considere una historia de salvación, según el papa Francisco esto supone a partir de la fragilidad emocional que permita considerar dar el paso definitivo y poder superarlo. A su vez les ayuda a consolidar la generosidad con la vida, se les abre un camino para la planificación familiar y la consideración que debieran tener durante su relación sentimental.

Recursos

Amoris Laetitia presenta a través de este documento ciertas herramientas que se le otorgan a los futuros esposos para que puedan enfrentar un futuro digno y prometedor veamos cuales son:

  • Parejas matrimoniales con experiencia
  • Aprender a dedicar tiempo para el diálogo y la comunicación.
  • Compartir rituales cotidianos, como lavarse, bendecir las comidas y rezar antes de dormir.
  • Acudir juntos a misa antes de casarse.
  • Vincularse a las actividades pastorales de las parroquias más cercanas.
  • Asistir a los eventos ecuménicos y eclesiásticos como bodas bautizos etc.
  • Enfrentamiento en las crisis

Esta parte de la enseñanza prematrimonial ayuda a la pareja a soportar juntos las situaciones adversas de la vida, se utiliza para crecer juntos, las crisis se sirven para el crecimiento mutuo y de allí nace el aprendizaje posterior que les permite dar fortaleza a la familia.

Curar Viejas heridas

Algunas personas y parejas maduran después de los 40 años, sin embargo la preparación matrimonial debe incentivar el conocimiento de la vida, aunque algunos terminan su niñez antes, la responsabilidad de asumir el  matrimonio les permite observarse como maduros en la toma de esta gran decisión.

Separaciones

Una de las situaciones que más preocupa a la Iglesia es el tema de la separación, en Amoris Laetitia el papa plantea lo siguiente:

«Cuando la separación es inevitable. A veces puede llegar a ser incluso moralmente necesaria, cuando precisamente se trata de sustraer al cónyuge más débil, a los hijos pequeños, de las heridas más graves causadas por la pertenencia y la violencia, el desaliento y la explotación, la ajenidad y la indiferencia”

“Hay que alentar a las personas divorciadas que no se han vuelto a casar –que a menudo son testigos de la fidelidad matrimonial- a encontrar en la Eucaristía el alimento que las sostenga en su estado. A las personas divorciadas que viven en nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que no están excomulgadas”

 “Un gran número de padres subrayó la necesidad de hacer más accesibles y ágiles, posiblemente totalmente gratuitos, los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad. La lentitud en los procesos irrita y cansa a la gente. Mis dos recientes documentos sobre esta materia han llevado a una simplificación de los procedimientos».

Algunas situaciones complejas

Para los matrimonios es necesaria realizar la llamada «Atención específica» esta acción está determinada prestar colaboración espiritual y de guía a parejas de esposos que tienen disparidad de cultos o acceso al bautizo de personas en condición matrimonial compleja.

La Iglesia en esos casos debe hacer uso de la enseñanza referente al comportamiento que tuvo Jesucristo, de manera que aquellos donde manifiestan su inclinación homosexual puedan contar con la ayuda necesaria en función de comprender en su vida la voluntad de Dios.

Para el papa las familias llamadas monoparentales (donde existe un solo miembro padre o madre), el apoyo debe ser administrado de manera permanente, de manera que la persona responsable de la crianza del niño pueda sentir que no se encuentra solo en este proceso.

La homosexualidad en familia

Cada persona independientemente de su inclinación sexual, debe ser respetada en todos los aspecto, su dignidad como ser humano está por encima de su condición, la Iglesia está llamada a realizar acompañamiento en este tipo de personas con el objeto de prestarles el mayor apoyo posible.

Para Amoris laetitia, tener en el seno familiar personas con tendencias hacia la homosexualidad no es una experiencia fácil para ningún miembro de la familia, estas situaciones deben ser asumidas con la mayor seriedad y responsabilidad posible. Y en este caso expresa lo siguiente:

“Asegurar un respetuoso acompañamiento, con el n de que aquellos que manifiestan una tendencia homosexual puedan contar con la ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida”. Y vuelve a insistir en que no se pueden comparar las uniones entre homosexuales con los matrimonios.

El “aguijón” de la muerte

El amor está constituido por situaciones que incluso puede permitirse el lujo de escuchar cosas y observar lo invisible, es una forma de expresar cómo las personas visualizan a sus seres queridos, se debe pensar en esa persona y aceptarlo tal cual era, los pensamientos no pueden llevar a tratar de modificar a una persona fallecida a momentos actuales y transformarlos.

La muerte debe ser aceptada y hay que estar preparados para recibirla algún día, la tranquilidad que genera la eliminación de angustia se consigue a través de la expresión del amor hacia las personas que caminan juntas.

Es una preparación que se establece para buscar el reencuentro con los seres queridos que fallecieron, de la misma forma como Jesús entregó el hijo que había muerto a su madre, de esa misma manera en algún momento lo hará con nosotros. Es una forma de ley divina que dice:

 “Mientras mejor vivamos en esta tierra, más felicidad podremos compartir con los seres queridos en el cielo. Mientras logramos madurar y crecer, más cosas lindas podremos llevarles para el banquete celestial”

Capítulo VII “Reforzar la educación de los hijos”

El séptimo capítulo de Amoris laetitia, está totalmente dedicado a la educación de los hijos, como se puede formar de una manera basada en la ética, el castigo y la sanción como herramientas de aprendizaje, el realismo de la paciencia, educación sexual y cómo los padres deben transmitir la fe católica.

En Amoris laetitia se busca una forma global de manifestar todo lo referente a la familia, en la mayoría de su contenido,  exhorta a todos los miembros de las familias que se encuentran muy vulnerables a tomar medidas para detener las acciones que permitan su destrucción.

Francisco anuncia a través de la exhortación, que la obsesión noes pedagógica y es imposible tener un control de todas las situaciones por las que puede llegar a pasar un niño, esto permite considerar que el joven y el niño deben estar cargados con herramientas que le permiten enfrentar esas situaciones de una manera más dócil.

Cuando un padre se obsesiona por saber qué está haciendo y dónde está su hijo, está tratando de controlar su espacio y sus movimientos, estas acciones de los padres limitan la educación y no es la mejor manera de enseñar.

Se debe generar en los hijos procesos de maduración con respecto a su libertad, su capacitación, su crecimiento integral y autonomía en las decisiones, las cuales deben estar cargadas de mucho amor.

Lo que interesa sobre todo es generar en el hijo, con mucho amor, procesos de maduración de su libertad, de capacitación, de crecimiento integral, de cultivo de la auténtica autonomía”.

La sección dedicada a la educación sexual y titulada «Si a la educación sexual”.  Permite a Francisco a través de Amoris Laetitia, demostrar y considerar si las instituciones educativas de la sociedad actual han asumido este desafío, donde se banaliza y se empobrece el tema de la sexualidad.

Se debe cambiar algunas cosas que no están funcionando, y sugiere el papa a los educadores del mundo, que este tipo de educación se relaciona con el amor y la llamada recíproca donación y expresa de una manera interesante lo siguiente:

“Una actitud negativa hacia la finalidad procreativa natural de la sexualidad, como si un posible hijo fuera un enemigo del cual hay que protegerse. Así se promueve la agresividad narcisista en lugar de la acogida”.

¿Quién es el guía de los hijos?

Este capitulo de Amoris laetitia el papa invita a los padres a preguntarse quienes se ocupan los hijos, quien los lleva a divertirse, quien los visita en sus cuartos, que miran los niños en las pantallas de teléfonos y televisores, que hacen en su tiempo libre, en fin como sabemos que están haciendo realmente los hijos.

La educación no es control, pero el papa lo explica fácilmente lo siguiente, debemos respetar sus espacios no controlarlos, a niños y jóvenes se les enseña a cumplir ciertas normas del hogar para que el crecimiento sea en sí, un forma natural de aprendizaje.

Valores de enseñanza como la libertad de acción y de pensamiento permiten crear procesos de maduración de esa misma libertad, capacitación y autonomía.

¿Dónde están los hijos?

Los hijos necesitan vigilancia y como lo plantea el papa Francisco, la obsesión no es educación, los padres están para crear procesos y espacios de aprendizaje más que controles y reglas estrictas, establecer las condiciones de enseñanzas basadas en el amor.

El problema para el papa no es una cuestión de dónde se encuentra mi hijo físicamente, ni tampoco con quien se encuentra, sólo existencialmente debe saber cuál es su lugar con respecto a las convicciones relacionadas con sus objetivos, sus deseos y sobre todo su proyecto de vida.

En ese punto entran los padres, quienes deben promover libertades basadas en la responsabilidad, al realizar estas formas de educación, los mismos hijos traen sorpresas muy agradables a sus padres y su entorno, donde la creatividad de la juventud se manifiesta de manera libre y espontánea.

¿Cómo educar y cuál es su formación?

La confianza es un elemento vital en la educación de los padres hacia sus hijos, desarrollar las acciones afectivas permite incluso contar en ocasiones con asesoramiento de personal calificado, allí es donde entran los especialistas en pedagogía, y se establece la enseñanza inductiva, lo que permite descubrir en el hijo sus propios valores principios y normas.

Hacer el bien es una norma real que debe ser aplicada todos los días, debe estar arraigada en el sentir diario y cada padre debe asumirlo como una herramienta importante en su enseñanza.

Así mismo el Amoris Laetitia, permite exhortar a los padres a través de la voz del papa Francisco, acciones realizadas con respecto a  los hábitos, estos se basan en la habitualidad de las acciones buenas, recordemos que más fácil son las adaptaciones a los hábitos negativos que los propios y buenos. El papa dice que lo mejor es educar en libertad y expresa lo siguiente:

 “La educación moral es un cultivo de la libertad a través de propuestas, motivaciones, símbolos, reflexiones, exhortaciones, revisiones del modo de actuar y diálogos que ayudan a las personas a desarrollar esos principios interiores estables que mueven a obrar espontáneamente el bien”

Valor de la sanación

La sanación consiste en acciones que llevan a corregir y posteriormente sanar lo que genera el sentimiento de culpa por haber cometido un error, en ese punto es donde entra el valor de la sanación, es de suma importancia valorar los esfuerzos para que al realizar las correcciones no existan desviaciones. O es importante que al momento de la corrección los padres no entren en ira.

El mundo construido en base a los deseos del hijo no se considera correcto, es importante considerar que se debe ayudar a crecer a los hijos en función de los derechos basados en las responsabilidades, pero esto no puede acarrear situaciones donde el hijo sea llevado a vivir sin conciencia y ser torturado por sus deberes, hay que tener cuidado con estas acciones.

Paciente realismo

Es una acción determinada por el papa donde propone pequeños pasos en la educación que sean comprendidos metódicamente por los hijos, de manera que puedan ser aceptados y valorados.

Sugiere además el papa, que se practique la analogía como herramienta educativa, donde se preste la ayuda necesaria a los adolescentes con respecto a los valores que han demostrados muchas personas ejemplares en el mundo.

La enseñanza en la vida familiar

Las virtudes expresadas en cada acción diaria en el hogar son importantes, entre ellos se encuentra la paciencia y el don de saber esperar, los jóvenes generalmente están cargados de paciencia y en ocasiones atropellan en sus acciones, ya que buscan la satisfacción de sus necesidades de manera rápida.

Si se logra enseñar la paciencia en los jóvenes y los niños, podrán experimentar que pueden hacerse cargo de sí mismos,  lo que permite enriquecer su autoestima. Asimismo la socialización en todos los aspectos de la sociedad es fundamental, comienza con la eliminación de los temores, y colocarse frente a otro para expresar sus opiniones les ayuda a eliminar ciertas limitaciones y miedos.

Esta socialización lleva a la espontaneidad y sobre todo a conocer y aprender que el hogar es un refugio que debe cuidarse y por lo tanto la familia pasa a ser protagonista en la ecología integral de la sociedad.

Por otro lado se afirma en este documento Amoris laetitia, que el sufrimiento puede convertirse en un instrumento educativo, donde se ponen de manifiesto la fortaleza de la unión que puede ayudar a resolver situaciones en ocasiones donde hayan muchos problemas.

El peligro del “autismo tecnológico”

El papa establece un término muy interesante llamado «El Autismo Tecnológico», donde las herramientas de la tecnología de la comunicación y la distracción actual, deberían ser utilizadas incluso por los padres con el objeto de educar, el Autismo tecnológico acelera las formas de intimidad de una manera más egoísta, el acceso a la información es más rápida y el procesamiento no permite a veces utilizar la reflexión.

¿Cómo educar?

En el caso de la Iglesia, está llamada a enfrentar retos educativos a través de su exigencia con las herramientas de la catequesis, utilizadas por las comunidades cristianas, estas deben prestar todo el apoyo a las familias educativas en cada parroquia, el catecismo de inicio es una buena forma de evangelizar a la familia.

Las escuelas católicas dispersas por todo el  mundo prestan un servicio invaluable sin embargo deben estar alertas con la misión que cumplen, la cual consiste en convencer sobre la vida en donde realmente consiste el servir a Dios.

Educación sexual

Enseñar por camino correcto en torno a las diversas formas de amor, donde el cuidado  mutuo, la ternura respetuosa y la comunicación con sentido, permiten preparar a los jóvenes sobre criterios sexuales diferentes a los que  actualmente se muestran a través del erotismo y la pornografía.

El lenguaje del cuerpo según Francisco requiere de conocimiento y paciencia, interpretar los deseos como una parte de la verdad verdadera. De manera que cuando se intenta entregar  todo a los golpes es posible que realmente no se entrega nada. Es muy diferente comprender las debilidades de la edad y otra es alentar al adolescente a prolongar la inmadurez a través de una forma de amar.

Educación en la fe

El hogar es el lugar primordial de enseñanza primaria, en él se comprende y se toma conciencia de las razones y la hermosura de la fe, a través de la oración y el servicio al prójimo, el don de la fe otorgado por Dios les entrega a los padres instrumentos para su maduración y desarrollo.

Los niños necesitan gestos y signos, cuando crecen entran en diferencias con la autoridad y las normas, de manera que conviene estimular las experiencia s de fe  a través de ofrecimientos y presentación de testimonios que demuestran su realidad.

Los momentos de oración en familia son fundamentales si se desea obtener buenos resultados, la exhortación de esta Amoris Laetitia, permite otorgar expresiones de piedad popular que tienen una fuerza evangelizadora, incluso más fuerte que todas las catequesis y todos los discursos.

Capítulo VIII “Acompañar, discernir e integrar la fragilidad”

Este penúltimo capítulo de la Amoris Laetitia es realmente un invitación a reflexionar con respecto a la misericordia, Francisco establece una relación importante entre la bondad y las situaciones las situaciones que no responden plenamente a aquello que el Señor propone.

Utiliza palabras determinantes en su contenido como integrar, discernir y acompañar, que sirven de apoyo para enfrentar situaciones de fragilidad, acciones  irregulares y complejas, donde el discernimiento pastoral representa una de las acciones más importantes.

Muchos sugieren que para leer este artículo es importante considerar y visualizar una actitud similar a la de un hospital en campaña, cada sacerdote debe asumir todo lo referente al fruto de las exposiciones establecidas en los sínodos relacionados con las temáticas tratadas en sus conclusiones y fueron las más controvertidas.

Se reafirma el matrimonio cristiano y se establece a otras uniones como contradictorias más no negadas, la iglesia determina el valor de los elementos constructivos de las situaciones que corresponden a la enseñanza del matrimonio.

La idea fundamental de este contenido en Amoris laetitia, es que la Iglesia acompañe a sus hijos más frágiles, que están marcados por el amor herido y extraviado, Amores Laetitia les ofrece confianza de nuevo, esperanza en la vida y una luz de amor que les permita a muchas personas reforzar su fe en Dios.

Gradualidad pastoral

El criterio establecido por San Juan Pablo II sobre la gradualidad como ley de la conciencia donde el ser humano debe reconocer amar y realizar el bien moral, en función de las etapas de su conocimiento y dice textualmente lo siguiente:

«Cada ser humano avanza gradualmente con la progresiva integración de los dones de Dios y de las exigencias de su amor definitivo y absoluto en toda la vida personal y social».

Esta gradualidad pastoral se aplica a diversos tipos de uniones (Matrimonios civiles o  conveniencias simples), pero no aplicadas al matrimonio sacramental, ya que son relaciones  contrarias a los valores de las instituciones eclesiásticas y principios cristianos, están marcadas por condiciones sociales y materiales y no por condiciones espirituales.

Situaciones irregulares

Para Francisco la historia de la espiritualidad recorre dos vías: Integración y marginación, la iglesia ha tomado después del concilio de Jerusalén el camino que Jesús ha marcado, la misericordia y la marginación.

La integración buscar conectar todo y a todos, ninguna persona es condenada para siempre, ya que esa no es la filosofía del evangelio, los divorciados no deben ser catalogados de una forma muy rígida, y la iglesia debe reconocer cualquier acción errónea de las personas e incluso de la pareja matrimonial cuando incluso comete errores en la crianza de sus hijos. Y expresa a través de una nota lo siguiente:

“En estas situaciones, muchos, conociendo y aceptando la posibilidad de convivir como hermanos que la Iglesia les ofrece, destacan que si faltan algunas expresiones de intimidad puede poner en peligro no raras veces el bien de la fidelidad y el bien de la prole”.

Por supuesto que las consecuencias se establecen en las nuevas normativas de tipo canónica que puede ser aplicada a todos los casos, sin importar el grado de responsabilidad, de manera que el discernimiento puede reconocer que, en una situación particular no hay culpa grave.

La comunicación con los sacerdotes es vital en estas situaciones, cada uno debe estar planificando itinerarios donde pueda acompañar y discernir con respecto a la asistencia frente a los fieles que deben recibir la orientación con respecto a su situación, siempre relacionada con Dios. Esta comunicación con los curas permite establecer un juicio correcto relacionado con la participación de los fieles en la iglesia.

Circunstancias del discernimiento pastoral

Los condicionamientos y las circunstancias atenuantes son para la iglesia contenidos que siempre han buscado de tratar con sumo cuidado, esto ha permitido afrontar situaciones donde en la actualidad no se considera irregulares de convivencia ni como anormales.

Los límites no tienen relación con la norma, una persona puede tener dificultad para comprender los valores relacionados a la norma o también puede estar relacionado con condiciones específicas que no le permiten realizar acciones de otra forma.

La conciencia de las persona debe estar relacionada con la práctica en las actividades de la Iglesia, identificar los objetivos relacionados con Dios es una forma de expresar y considerar los límites del ideal divino.

Discernimiento y normas

Mientras más se baje hacia lo particular aumenta de manera directa la determinación. Los condicionamientos relacionados con el pecado permiten incluso vivir en la gracia de Dios, se puede amar y también se puede crecer en la ida de la caridad.

La Iglesia es considerada una madre, expresa su enseñanza objetiva y jamás renuncia al bien posible, sin tomar en cuenta que pueda ocasionar reacciones adversas, no se considera un pasadizo de control, es sencillamente el lugar donde cada persona puede tener al lado una camino para la vida y el amor por siempre.

La exhortación de Amoris laetitia con respecto a los discernimientos pastorales, se enfoca directamente en llevar el mensaje a todos los pastores y sacerdotes de la Iglesia, recuerda en muchos de sus aspectos cosas como:

«El discernimiento otorga un marco y un clima que nos impide desarrollar una fría moral de escritorio al hablar sobre los temas más delicados, y nos sitúa más bien en el contexto de un discernimiento pastoral cargado de amor misericordioso, que siempre se inclina a comprender, a perdonar, a acompañar, a esperar, y sobre todo a integrar”

Todos los padres y sacerdotes están invitados a escuchar con afecto y paciencia el deseo sincero de entrar en el corazón de cada persona, comprender su punto de vista que les permita ofrecerles ayuda para vivir mejor. Para finalizar el capítulo el papa Francisco dice lo siguiente:

 “Comprender las situaciones excepcionales nunca implica ocultar la luz del ideal más pleno ni proponer menos que lo que Jesús ofrece al ser humano. Hoy, más importante que una pastoral de los fracasos es el esfuerzo pastoral para consolidar los matrimonios y así prevenir las rupturas”.

«Invitó a los fieles que están viviendo situaciones complejas, a que se acerquen con confianza a conversar con sus pastores o con laicos que viven entregados al Señor. No siempre encontrarán en ellos una confirmación de sus propias ideas o deseos, pero seguramente recibirán una luz que les permita comprender mejor lo que les sucede y podrán descubrir un camino de maduración personal»

También invita a  todos los llamados pastores a escuchar a esos fieles con paciencia y serenidad de manera que puedan darle el mayor apoyo para resolver sus problemas espirituales.

Capítulo XIX “Espiritualidad conyugal y familiar”

El último capítulo está dedicado a la espiritualidad desde el punto de vista conyugal, esta parte plante contenidos basados en la espiritualidad y concreta ideas donde plantea, quienes tienen grandes deseos espirituales no deben sentir jamás que la familia los aleja del crecimiento de vida en el espíritu.

La relación conyugal basada en estos principios permite mostrar el camino que el señor utilizar para indicarles hacia dónde deben dirigirse para lograr la cumbre de la unión mística, cada momento que la parejaj disfruta y comparte debe estar envuelta dentro de la participación en la vida plena de la resurrección.

Durante el Concilio Vaticano II se consideró la espiritualidad de los laicos como una forma de responsabilidad con respecto a la familia y el matrimonio. La trinidad se presenta en el templo de la comunión matrimonial, Dios habita en la verdadera familia, aceptándola con todos sus sufrimientos y horrores.

La espiritualidad matrimonial es un vínculo directo del amor de Dios, así mismo esta comunión familiar es el camino de la santificación en la vida rutinaria y el crecimiento místico. Amoris laetitia presenta el deseo espiritual de la familia y trató de no alejarlos del crecimiento en la propia vida espiritual.

En los días más oscuros de cualquier familia, la unión con Jesús se debe poner de manifiesto, no obstante cuando existen momentos de gozo, descanso o fiesta se experimenta una participación en la vida de la resurrección de Jesús.

La oración en familia es una energía que se une entre todos los miembros para expresar y fortalecer la pascua, se recomiendan unos minutos diarios donde la familia pueda unirse al señor. Llamada la oración a la luz de la Pascua, permite consolidar la unión familiar.

Toda la vida en familia es un pastoreo misericordioso, donde cada uno debe dar pasos delicados, que interfieren en la vida de los otros miembros, los miembros tienen el deber de conocer la gloria del señor. La parte final de Amoris Laetitia el papa afirma lo siguiente: 

“Ninguna familia es una realidad perfecta y confeccionada de una vez para siempre, sino que requiere una progresiva maduración de su capacidad de amar. Todos estamos llamados a mantener viva la tensión hacia un más allá de nosotros mismos y de nuestros límites, y cada familia debe vivir en ese estímulo constante.»

 «¡Caminemos familias, sigamos caminando!, No desesperemos por nuestros límites, pero tampoco renunciemos a buscar la plenitud de amor y de comunión que se nos ha prometido”.

Oración a la Sagrada Familia

Jesús, María y José en vosotros contemplamos el esplendor del verdadero amor,a vosotros, confiados, nos dirigimos. Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios  de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios. Jesús, María y José, escuchad, acoged nuestra súplica. Amén.

Este documento ecuménico se terminó en la ciudad de Roma, junto a San Pedro, en el Jubileo extraordinario de la Misericordia, el 19 de marzo, Solemnidad de San José, del año 2016, el cuarto año del pontificado de Francisco.

La Exhortación apostólica Amoris laetitia concluye con la Oración a la sagrada Familia, la cual es una expresión más fiel y divina de lo que representa la familia. Esta obra confirma la  fuerza de la familia, mas no el ideal de la familia, establece esta diferencia en la cual se busca una salvación de este complemento social tan importante en esta época.

Amoris Laetitia resumen, Se confirma en sus páginas un punto de vista muy abierto hacia lo que representa la familia en el mundo, así mismo se pretende atender desde el punto de vista espiritual y pastoral las necesidades que han sido dejadas a un lado por la Iglesia,

La lectura de la exhortación Amoris laetitia es un poco densa con respecto a las sugerencia y la manera de expresar las espiritualidades, se observa una gran sabiduría en su contenido interpretado por el papa Francisco.

El mensaje y la exhortación van dirigidos a la pareja, la familia y el matrimonio, así como los consejos que deben asumir para con los hijos, y todos los componentes directo e indirectos relacionados con la Iglesia.

Se observa en casi toda la obra contenidos y conceptos que demuestra un gran labor didáctica y de conocimiento así como experiencia de muchos pensadores y sacerdotes teológicos, que participaron en los sínodos de los años 2014 y 2015, quienes buscaron la mejor forma de proyectar la familia cristiana de estos tiempos.

Algunos de los subtítulos principales del Amore Laetitia fueron obviados para concretar la idea principal que el santo padre buscaba demostrar en cada parte y explicar contenidos que en ocasiones tenían un profundidad muy amplia,

Para algunos lectores el contenido pudiera ser tedioso y difícil de entender, jamás se hizo con el objeto de modificar o realizar una opinión diferente a la verdadera profundidad de este valioso documento.

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