En este trabajo se presentará todo lo referente a Oración a San Benito para alejar malos vecinos, su origen, la connotación que tiene con sus seguidores y una serie de detalles muy importantes que permiten establecer datos y expresiones muy interesantes.
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Particularidad sobre la oración a San Benito para alejar malos vecinos
La oración a San Benito para alejar malos vecinos y demás cosas malas, es una de las más practicadas, por el pueblo y entre los detalles generales se puede indicar un aspecto resaltante de su creador Benito, es que este santo en ningún momento debe ser confundido con otro de origen africano, de raza negra y además hijo de esclavos africanos puesto que a ambos se le conoce como San Benito, con la diferencia de que el caso indicado en este artículo se refiere a San Benito de Nursia en Italia y el otro San Benito es el conocido como el santo negro. Detalles biográficos
Entre la oración a San Benito para alejar malos vecinos y demás cosas malas y con su autor Benito, existe una relación interesante, dado que en todo momento se busca la ayuda y orientación de todas aquellas personas que tengan algún problema, y por lo tanto hacen alguna petición al santo Benito, pero utilizando adecuadamente la oración. Es por ello que la intención del autor en su famosa oración se coloca a la orden de todos sus creyentes.
San Benito nació en año 480 y pereció el 21 de marzo de 547, en la abadía de Montecassino. Benito en su época fue un presbítero y religioso cristiano, que llegó a ser apreciado como el propulsor de la vida monástica en Occidente. (Ver artículo: Oración a san Marcos de León)
Él llegó a crear la orden de los benedictinos, cuyo fin es que estos fueran autosuficientes por ellos mismos. Aunque fueron pioneros en establecer una orden que estuvieran basados en la autarquía, al ser una orden eclesiástica seguían estando al servicio de la Iglesia y el clero, el cual en aquel tiempo tenía bastante poder y mucha influencia en la sociedad.
San Benito nació bajo la protección de una familia noble, su padre era un bondadoso y prestigioso romano de la localidad de Nursia. Fue el año 480 el de su nacimiento y a los 20 años de edad, dejó por un lado su hogar y los estudios. Benito había sido mandado a Roma para estudiar, pero sintió una profunda decepción por la vida que encontró allí. Por esa razón no se encontraba motivado y apreciaba la vida de un noble romano como lo fue su padre.
Por lo tanto, se alejó de las grandes ciudades para así dirigirse a pequeños pueblos y aldeas. No se fue solo de aquella metrópolis romana, sino que le acompañó en su viaje su vieja enfermera como si fuera su sirviente y finalmente se asentaron para tener una nueva vida en Enfide. Su gran obra fue la oración a san Benito para alejar malos vecinos, entre otras cosas malas.
Cerca de esa ciudad, se encontraba la entrada a una vega muy estrecha y oscura que penetraba a las montañas y llevaba directamente al Subiaco, el cual era un municipio que pertenecía a la localidad italiana de Roma. El recorrido de este santo no había terminado, sino que, continuaba y era una situación de altas y bajas durante mucho tiempo, que debía enfrentar.
En aquel lugar de mucha vegetación grutas y ríos se desplazaba por estrechos caminos y recorría todos los sectores posibles par identificar en lo máximo el lugar. La gruta hallada tenía un acceso en forma de triángulo muy particular. Era bastante profunda y misteriosa. Mientras seguía su camino hacia su destino, Benito se encontró con un monje, cuyo monasterio se estaba situado en una de las montañas que estaban sobre un acantilado.
De ese lugar sobresalía la gruta de una manera muy particular. En una oportunidad se encontró con un monje, muy enigmático con una gran cantidad de historias con interesantes anécdotas.
Este enigmático monje le comentó sucesos e historias que le habían ocurrido recientemente. Así pues Benito decidió pasar sus próximos tres años viviendo en aquella gruta como ermitaño y sin que nadie supiera de su existencia ni ubicación, es decir como hubiera desaparecido para el resto del mundo.
En estos años que estuvo totalmente apartado de la sociedad y solo en aquella gruta, Benito maduró como persona no solo en cuerpo sino también en mente como en personalidad. Además de haber obtenido mucho conocimiento de sí mismo, de sus acompañantes y del mundo que le rodeaba. Conoció el verdadero sentido del respeto no solo hacía sí mismo sino el respeto que tiene que tener una persona hacía los demás.
Sobre todo, a las personas que le rodeaban. Tras esos años de clandestinidad volvió a la sociedad y compartió su conocimiento y saberes así como su Oración a san Benito, con las personas. La comunidad que atendía y escuchaba las sabias palabras de Benito, le pidieron y le suplicaron que se convirtiera en su abad.
Benito sabía a la perfección y de antemano como era la disciplina y vida en un monasterio, aunque veía que la personalidad y el carácter de esta gente era muy diferente al de los suyos y sus congéneres aun así y viendo la insistencia que mostraba estas personas, finalmente Benito accedió a compartir. Pero detrás de todo esto, había un plan para envenenar y así asesinar al profeta que felizmente fracasó.
Narra la leyenda que en primer lugar envenenaron su bebida, pero el santo rezó una plegaria sobre la bebida y el vaso se rompió en varios trozos. Por este motivo Benito abandonó esta situación y regresó a su cueva. El comprendió la maldad de aquellos seres y decidió retirarse. Sin embargo, la oración de san Benito siempre ha tenido una gran vigencia y quedó entre todos.
Esta no es la única vez que intentaron acabar con su vida envenenándolo, hubo otras numerosas ocasiones que lo intentaron por todos los medios, pero todas fracasaron en el propósito y no pudiendo así eliminarlo. A partir de ahí sus actos y milagros parecen haberse hecho frecuentes, y muchas personas, atraídos por su santidad y carácter, fueron a Subiaco para estar bajo su guía.
Benito llegó a crear y construir alrededor de unos doce monasterios en las cercanías de Subiaco y, finalmente, en el año 530 llegó a fundar el famoso monasterio benedictino de Monte Cassino, que se encuentra en una colina entre Roma y Nápoles, muy conocido por el pueblo.
Finalmente durante la invasión de Italia, Totila , rey de los godos , ordenó a un general suyo que usara sus ropas reales nobiliarias y se le presentará a Benito para tratar de confundirlo para ponerlo a prueba, pero el astuto Benito inmediatamente detectó el engaño que le querían hacer y descubrió la verdad, inmediatamente. Fue muy audaz el Santo demostrando su alta capacidad de observación.
Oración a San Benito para alejar a los malos vecinos
En esta oración el creyente inicialmente se dirige a San Benito de Nursia, pero simultáneamente nombra la presencia de Dios, combinando de esta manera una doble acción entre el señor y el santo. Posteriormente se hace mención de los vecinos molestos que no tienen principios adecuados de comportamiento y por lo tanto, no comprenden lo que significa vivir en comunidad. Se hace una solicitud en la que se pide que dichos vecinos abandonen el lugar de convivencia.
Por otro lado, se hace la salvedad que se debe tener comprensión con el prójimo, más sin embargo, se considera necesaria la petición por el insistente mal comportamiento de esas personas, que de una manera u otra alteran la paz comunitaria que se estila en estos casos luego se dirige la oración directamente a San Benito, tomando en cuenta su cercanía con Dios, todo esto para que interceda en el caso. (Ver artículo: Santa muerte negra)
A continuación se procede a publicar tal cual la oración a San Benito para alejar malos vecinos y los creyentes pueden poner en práctica. Oh bendito san Benito, santo de mi devoción, tú, que realizaste tantos milagros antes de marchar junto a Dios. A ti acudo en este día para mostrarte mi devoción. San Benito bendito, santo de mi devoción, tú que eres experto en alejar maldades, te pido una solución.
Es que tengo unos vecinos, que amargan cada día de mi vida, porque no saben convivir, y tampoco se quieren ir. Por eso te pido san Benito de mi corazón, que pongas el deseo de marcharse en ellos, para que nos eviten la pena de continuar soportando su mal comportamiento.
San Benito bendito, santo de mi devoción, yo sé que debemos ser tolerantes con nuestro prójimo, pero estas personas no entienden de razones, y no hay manera que entiendan de convivencia en comunidad. Por eso acudo a ti, san Benito querido, para que. por tu intervención divina, pongas tierra de por medio.
Tú, que estás cerca de Cristo, te pido que intercedas por mí delante de su rostro, para que quiera brindarme su apoyo. San Benito bendito, santo de mi devoción, confiado estoy en este día, que escuchaste mi oración. Yo sé que nunca has dejado a un fiel devoto sin respuesta, por eso tengo la confianza, que no llamarán más a mi puerta. (Tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. La oración y los rezos se hacen por tres días seguidos).
Iconografía y la regla benedictina de santo
A este santo se le suele representar normalmente con el libro de la Regla, una copa o vaso quebrado, y un cuervo con un trozo de pan en su pico. Gracias a esto se puede saber más acerca de las oración a San Benito para alejar a las malas personas.
La famosa Regla expuesta por el santo
Como se ha reflejado, en párrafos anteriores, Se simboliza a este santo con el libro de la Regla, para que se conozca bien en qué consiste este tomo, se pasará a explicarlo a continuación. Pero antes de que se ponga a explicar esta Regla, hay que hacer una mención importante y es que este escrito San Benito no lo hizo para el clero en sí, sino que fue destinado para los seglares. Todo esto refuerza a la oración de San Benito para alejar malos vecinos y demás cosas malas.
De hecho, para Benito, su propósito no era establecer y crear una orden de clérigos y sacerdotes con obligaciones y funciones del clero, sino una organización o grupo autosuficiente que tuvieran unas normas propias y que estén adaptadas a la vida doméstica de los seglares que quisieran elegir una vida lo más plena y pura posible en relación con el Evangelio. De hecho hay que mencionar este texto de especial relevancia:
“Mis palabras- dice San Benito- se dirigen a ti que, renunciando a tu propia voluntad, te revistes de la fuerte y brillante armadura de la obediencia para pelear por nuestro Señor Cristo, nuestro verdadero Rey” (Prólogo a la Regla).
Esta Regla creada y promulgada por el mismo San Benito, también fue denominada en un principio como “La Regla de los monjes” o “La Santa Regla”. Esta regla como se menciona estaba destinada para los monjes. En la cual se le conoce en futuras generaciones como Regula Sancti Benedicti, que contiene 73 capítulos, algunos de los cuales fueron añadidos y editados posteriormente por sus discípulos.
Esta regla benedictina tuvo muy buena acogida y aceptación por la mayoría de los monasterios fundados durante la Edad Media. El mandato más famoso y característico de todos los 73 capítulos que se encuentran recogidos en esta Regla de San Benito, fue y es el ora et labora. Hay que destacar que varios capítulos de este tomo religioso llegan a plasmar la quinta esencia del espíritu de San Benito.
Ya que, se puede apreciar la insistencia en la caridad que debe unir a los monjes y no maltratarse los unos a otros sino apoyarse y ayudarse entre ellos. Así pues, cada uno de los monjes tendrá que encontrar cómo honrar a sus hermanos, dando más prioridad a los intereses de los demás antes que a los suyos propios. Según el Santo Benito, indicaba que esta Regla no era más que un «esbozo de una regla».
Lo que quiere decir es que sirve y es muy útil para hacer que el monje vaya por el camino correcto y que no se desoriente en su vida, pudiendo así abrir nuevas metas y horizontes a los que el determinado monje pueda llegar y conseguir. Aquél que la practique alcanzará, con la ayuda de Dios, la patria celestial hacia la que se dirige.
Además de lo mencionado en los párrafos anteriores la regla creada por San Benito tenía algunas prohibiciones. De hecho el tomo que creó y publicó este abad, hacía referencia a que denegaba la propiedad privada ya que el santo profesaba de que la vida monástica no consistía en que los monjes y frailes debieron abandonar toda riqueza y vivir de las limosnas de los fieles. En realidad, lo que quería hacer constar es reducir los requerimientos individuales.
Únicamente a aquello que es exclusivamente vital y necesario, para asegurar que el uso y administración de las posesiones, comunes se realizarán de acuerdo al Evangelio. Dicho documento otorgaba autoridad de patriarca al abad del monasterio que al mismo tiempo tenía la obligación de informar con el resto de las personas los asuntos más relevantes. Los seguidores del abad llegaron a promulgar esta Regla por toda Europa y durante siglos.
El hábito benedictino estaba compuesto por una túnica y un escapulario, ambas cubiertas por una capa con capucha. Se desconoce la tonalidad que debería llevar dichas vestimentas. Después, el color predominante en estos atuendos era el negro hasta que llegó la reforma de los cistercienses, que hicieron que el color de estos ropajes fuera el blanco.
Medalla de San Benito
Un objeto muy característico que representa a este santo es su medalla, más conocida como “Medalla de San Benito”. Este objeto sagrado consiste en una medalla sacramental cristiana que en ella se puede apreciar que tiene iconos que se relacionan estrechamente con San Benito de Nursia. Junto con la oración de San Benito para alejar cosas malas se consideran de mucho valor, no monetario sino espiritual.
Esta medalla normalmente era utilizada por personas creyentes ya sean católicos, anglicanos o incluso ortodoxos y luteranos. Esta medalla es muy importante ya que es de las pocas que se pueden, ver en la actualidad y de las escasas que quedan al día de hoy. Es una de las medallas más antiguas de la cristiandad y aquellos que la portan y la llevan, atestiguan que dicha medalla aleja todo el mal y lo negativo debido a que lo elimina con el poder que presenta.
Al ser una medalla, dicho objeto presenta un anverso y un reverso. Por un lado en el anverso de dicho objeto sagrado y religioso se puede apreciar la figura e imagen de San Benito de Nursia y por otro lado en el reverso de dicha moneda se puede percibir las iniciales de la frase “Vade retro satana”, una fórmula católica de origen medieval que se aprecia una frase que el Evangelio de Marcos.
Esta medalla además de proteger al portador de ella del mal y los espíritus, es una herramienta muy eficaz para el exorcismo. De hecho se utilizaba en la antigüedad para alejar todo mal de un hogar. Por ello al presentar esta medalla, se podía conseguir una bendición, la cual constaba de tres fases. La primera era el exorcismo de la medalla, luego pasaría a recitar la bendición mismamente dicha y finalmente se acabaría con una oración destinada al Santo Benito.
A continuación se citará el exorcismo de la Medalla. -Nuestra ayuda nos viene del Señor -Que hizo el cielo y la tierra. Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene. Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usen gocen de la salud de alma y cuerpo.
En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego. Después del exorcismo venía la bendición para que el santo escuchará a su seguidor: -Señor, escucha mi oración -Y llegue a tí mi clamor. (Ver artículo: Oración del anima sola)
Finalmente y para terminar que todos los malos presagios se vayan y desaparezcan una pequeña oración como fieles discípulos de San Benito: Oremos:
Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar la acechanzas y engaños del diablo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén
Oraciones a San Benito
Lo más característico que se conoce de este santo son sus grandes oraciones para alejar a todo lo malo, así como personas insoportables e influencias malignas. A continuación se plasmará algunas de estas famosas oraciones al Santo Benito.
“¡Oh glorioso padre san Benito! majestuoso y ejemplar santo, mi gran protector amable y de cuantos van a ti a orar, quita de mí toda culpa maligna, todo mal y enemigo y líbrame de los peligros del espíritu y cuerpo.
Intercede por mí ante el Señor para que quite mi dolor, y las serias dificultades por las que transito, aleja, quita y rechaza, por la poderosa intercesión de la Cruz, toda mala persona y toda malicia que puedan llegar contra mi persona, contra mí familia y mis amigos.
Poderosa Oración San Benito para Alejar Malas Personas Líbrame de fatídicas herejías, de magias, conjuros y hechicerías, quita de mi persona todo traidor y aleja al violento, al mentiroso, al envidioso, al corrupto, al vecino egoísta y protégeme de la rabia, el odio, los celos y la envidia, de las malas personas, los enredos y traición, no permitas que me lastimen en cuerpo o mentalmente, aparta de mi lado a quien desee dañarme en mi vida cotidiana, en el trabajo, en el amor o en el hogar, líbrame de todo daño y perversidad.
En especial de esto que me causa tristeza: Poderosa Oración San Benito para Alejar Malas Personas (Hacer ahora con mucha fe la petición) Te lo ruego con toda confianza y seguro de tu bondad, tú que fuiste santo con fervor, que no antepusiste nada ante Cristo desde que lo encontraste en la oración, concédeme tu amable intercesión. Glorioso padre san Benito por tu poder ilimitado sobre los poderes dañinos.
cuidame, guiame y aliviame de todo mal, permíteme poder confiar en el amor de Dios, nuestro Padre y a alcanzar la perfección de mi vida cristiana, por la salud de mi cuerpo, mente y alma. Amén.”
Esta poderosa oración que se cita en los versos anteriores, es utilizada y usada para que el Santo escucha la súplica de su seguidor y le ayude a rechazar y alejar a aquellas personas o individuos que le están haciendo daño o le esté perjudicando continuamente. Según dicen si se es creyente y se reza esta oración, la súplica será escuchada y aquellas personas no volverán a molestar o dañar.
Existen otras oraciones del Santo que son merecedoras de ver , es por ello que las siguientes oraciones que se expondrán son más cortas pero su significado es igual de importante y valioso como la anteriormente expuesta. Hay que recordar que para que las intenciones de una determinada persona (que en este caso son buenas, al buscar impedir la maldad de alguien más), deberá hacer presente toda su fe al momento de recitar estas plegarias.
“Señor, no quiero a satanás en mi vida, aleja de mí a toda persona mala que se quiere apoderarse de mi felicidad, de nuestra tranquilidad y quiere vivir dejándonos. Señor tú que eres bueno, te ruego por mí, te ruego para que mi patrono me ayude a afrontar la maldad. Amén.”
“Mi patrono, quiero que ese individuo que me está haciendo mal, se aleje, quiero que por el poder de Dios, todo aquel que daño me hace, se aleje, porque creo en tu poder, porque solo tú tienes el poder de alejar a aquellos que deciden ser malos. Te lo pido con gran fe, amén.”
“Que el poder de Dios y la súplica que te hago llegar mediante San Benito sean suficientes para que las personas malas reconozcan sus malos actos y se sientan culpables, para que así se arrepientan y no vuelvan a dañar a otros por culpa de sus corazones tan aferrados a la maldad. Te lo suplico Señor y te doy gracias porque me cubres y porque estás en los cielos cuidándome. Amén.”
“Mi patrono, tú que eres mi protector, ayúdame a alejar a las malas personas de mi vida. Quiero que con tu poder, me mantengas a gran distancia de todo ser que quiera a prometerse con mi felicidad, pues Dios está contigo y yo confío en que a su vez el altísimo me dará fuerzas para que la gente tóxica, se vaya alejando poco a poco. Amén.”
“Hay gente mala que no me permite vivir adorándote como deseo Señor, quiero que por favor, a cualquier individuo malo lo dejes lejos de mí, lejos de mi familia y de aquellos a quienes, porque dichos individuos tóxicos sólo viven para glorificar al mal. Dios ayúdame, y que con la intercepción de San Benito me concedas la libertad plena. Amén.”
“Señor, tú que conoces el corazón de cada ser humano, aleja a todo aquel que pretende hacer mal a mí y a mi familia, porque en ti he confiado Señor Dios. Te ruego que mediante tu bendita bendición y la iluminación de San Benito, se me conceda está súplica que ruego para que los individuos malos se alejen. Amén.”
“Padre, he escuchado de la maldad, y de gente que la práctica, quiero que tú y nuestro Santo Benito, me alejen de todas esas personas, que tú poder me libre, proteja y me resguarde de todo aquel que intenta hacerme daño, porque en ti he colocado mi confianza Señor. Amén.”
“Esos malos individuos que quieren arruinarnos la vida con sus malas intenciones, alejalos de mi Señor, no dejes que se apoderen de mi felicidad, expulsarlos de nuestras vidas. Que nuestro patrono San Benito, nos ilumine y nos dé fuerzas para que esa gente deje de dañar y reconozca sus pecados. Por nuestro Señor y Padre nuestro, amén.”
Como se puede apreciar son numerosas y diversas oraciones destinadas a este santo. Todas ellas tienen el mismo fin y objetivo el cual consiste en que el Santo los ayude y los proteja de las malas influencias y de las personas hirientes que tienen a su alrededor, para que estas en un futuro cercanos sean alejadas y distanciadas para siempre.
Conmemoración y celebración
A este patrono de Europa, nacido en Nursia le corresponde su festividad el día 11 de julio de cada año, fue un ermitaño que vivió en la región de Subiaco como ya se indicó anteriormente, donde logró concentrar muchos discípulos.
Tuvo la oportunidad de fundar un famoso monasterio en la ciudad de Cassino, escribiendo la famosa Regla, con un gran criterio de enseñanza. Tuvo muchos méritos de patriarca como uno de los mejores de occidente. Esta celebración es muy esperada por sus seguidores.
Canonización del Santo Benito de Nursia
San Benito de Nursia tuvo la oportunidad de ser el fundador de la orden de los benedictinos o benedictina, es decir que la constitución de los monasterios estaba proyectada con que existía una autosuficiencia, en otras palabras que dicho monasterio deberían de tener la propia capacidad de mantenerse sin la necesidad de recibir aportes externos. Todo esto fue uno de los grandes pensamientos de Benito de Nursia que tuvo muy buena recepción.
Los espacios físicos de los monasterios como de cualquier otra situación requieren de mantenimiento, manutención y otras necesidades, pero con la idea de Benito de Nursia ese requerimiento era resuelto directamente por los propios ocupantes del mencionado lugar. Este santo fue considerado patrón de Europa y patriarca del monaquismo occidental. Todos los monjes de su grupo debían acatar la famosa Regla que el creó, con la que todos obedecían fielmente logrando así un funcionamiento adecuado de la organización religiosa.
Reflexión final
La oración a San Benito, muy conocida tanto por su poder y alternativas de ayuda, se hizo tan popular, que unida a la fama propia de san Benito, constituyen ambos elementos, santo y oración, una especie de binomio excelente, dispuesto a ayudar a todas las personas, creyentes o no. Todo ello es un detalle que se ha expandido por muchos años y resulta imposible olvidar esa excelente oración.
Los detalles respectivos del mencionado santo desde que nació, y hasta que se hizo hombre tienen los componentes comunes de toda una intención de bondad y gloria, reflejadas en dicho santo y su famosa oración. Una oración tan versátil como esa evidentemente que tuvo que ser creada por una persona de inmenso criterio de piedad y dedicación como Benito. Es decir, que el efecto de la oración, viene como un producto de una gran persona de buen y excelente comportamiento.
Cualquiera que conozca la historia de ese santo, así como el contenido de la oración a san Benito, no pone jamás en tela de juicio el comportamiento, la abnegación y el buen criterio de Benito y valora además en toda su magnitud, todo lo que des ese santo y su oración se emana, ya que no puede haber nada dañino de esos elementos y con todo fervor se defienden los criterios que de allí surjan.